El cuerpo del ex presidente de Argentina, Raúl Alfonsín (1983-1989), comenzó a ser velado hoy en el Congreso ante una multitud de ciudadanos y de políticos que fueron a rendirle un sentido homenaje.
Alfonsín murió anoche a las 20:30 hora local víctima de una pulmonía que lo aquejaba de manera intermitente desde hace un año cuando se le diagnosticó cáncer de pulmón.
Esta mañana, el féretro del ex mandatario que simboliza la recuperación de la democracia en un país aquejado por múltiples golpes militares fue llevado al Congreso, en donde lo recibió el vicepresidente Julio Cobos.
En ausencia de la presidenta Cristina Fernández, quien se encuentra en Londres para participar de la reunión del Grupo de los Veinte (G-20), Cobos encabezó las exequias de Alfonsín, quien se erigió como una de las escasas figuras políticas respetadas en Argentina.
El respeto y afecto popular que el ex mandatario supo granjearse en vida se reflejó en las largas filas de personas que se formaron desde temprana hora para pasar a despedirse de Alfonsín.
A las 10:00 hora local comenzó el desfile interminable de hombres, mujeres, jóvenes, adultos y ancianos, algunos militantes, otros simplemente trabajadores que reconocieron el legado democrático que dejó Alfonsín.
"No voté por él, pero después de todo lo que pasó, reconozco que Alfonsín fue un hombre congruente y honrado, y aunque eso debería ser norma, en Argentina es la excepción y por eso quise venir a homenajearlo", resumió Jesús Escalante, un oficinista de 53 años.
Esa misma idea manifestaban otras de las personas que madrugaron para ser de las primeras en pasar al Salón Azul del Congreso que permanecerá abierto hasta la noche, ya que mañana Alfonsín será enterrado en el Cementerio de la Recoleta.
Mientras tanto, el féretro se abrió para mostrar a un Alfonsín que murió dormido y que mostraba un rostro sereno, con el bastón presidencial cruzado al pecho y cubierto en sus piernas con la albiceleste bandera argentina.
El reconocimiento hacia el ex presidente provino también por parte de políticos de todos los signos, aliados y opositores, que no dudaron en acercarse para expresar sus condolencias a su esposa y seis hijos.
El derechista jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri; los oficialistas líderes de la Cámara de Diputados y el Senado, Eduardo Fellner y Miguel Angel Pichetto, y sus compañeros de la Unión Cívica Radical, histórica opositora al peronismo, acudieron a despedirlo.
Masiva despedida en Argentina al ex presidente Raúl Alfonsín
Miles de argentinos desfilaban el miércoles por el Congreso para despedir al ex presidente Raúl Alfonsín, emblema del retorno de la democracia hace un cuarto de siglo, quien murió a los 82 años afectado por un cáncer de pulmón.
Su deceso, el martes por la noche, fue lamentado por jefes de Estado extranjeros y el arco político local. La televisión ocupaba prácticamente toda su programación con la ceremonia fúnebre del hombre cuyo Gobierno, entre 1983 y 1989, marcó el final de una larga saga de dictaduras militares.
Los restos de Alfonsín, que pese a su salida anticipada del poder en medio de un caos económico es reivindicado casi sin disidencias por su espíritu demócrata, son velados públicamente en un salón del Senado y con custodia de soldados. Allí estarán hasta la noche.
Gruesas columnas de ciudadanos hacían fila frente a las puertas del edificio del Congreso, que tenía la bandera a media asta, y las principales calles y avenidas de acceso permanecían cerradas para permitir el paso del cortejo fúnebre.
El Gobierno decretó tres días de duelo nacional.
Líderes políticos de su partido, la centrista Unión Cívica Radical, y de fuerzas rivales saludaron a familiares de Alfonsín, que falleció complicado por una neumonía.
Tras conocerse su fallecimiento, miles de personas se congregaron espontáneamente frente a su casa en Buenos Aires.
"Después de (l ex presidente) Hipólito (Yrigoyen), después de Perón, de Eva, el cuarto es él. No hay un quinto para el póker en la Argentina del siglo pasado. No hay, es una figura muy grande. Me parecía tan inmenso el personaje, con un carisma excepcional", dijo el ex mandatario Eduardo Duhalde.
Duelo también en el extranjero
Es reconocido por enfrentar en su mandato presiones de distintos sectores, especialmente de militares de la saliente dictadura en la que miles de personas fueron asesinadas.
Durante su Gobierno impulsó el juicio a militares, que permitió encarcelar a los líderes de la sangrienta dictadura. Luego, dos leyes de amnistía duramente criticadas permitieron que otros de menor rango evitaran enfrentarse a la Justicia.
También logró sellar la paz con Chile por cuestiones limítrofes, que casi llevaron a ambas naciones a la guerra.
Su Gobierno estuvo signado por alzamientos militares y huelgas nacionales de sindicatos mayormente en manos del Peronismo, y terminó cediendo en momentos en que la inflación y la pobreza se disparaban y el país entraba en el caos.
Paraguay también decretó tres días de duelo por la muerte de Alfonsín, abogado de profesión y padre de seis hijos; mientras que el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez viajará a Argentina para las exequias.
"No solamente hemos perdido a un ex presidente sino a un amigo y un comprometido con la democracia y sobre todo un gran colaborador del pueblo paraguayo", dijo Federico Franco, vicepresidente de Paraguay en ejercicio de la presidencia.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, envió un telegrama a la presidenta argentina, Cristina Fernández, donde lo calificó de "insigne político y un gran presidente, defensor de los derechos humanos que contribuyó, de manera decisiva, a la consolidación de la democracia".
La muerte de Alfonsín acaparó la portada de la prensa: Clarín lo llamó "símbolo de la democracia", para La Nación "fue el presidente que lideró la recuperación de la democracia" y el diario Crítica tituló "La democracia está de luto".