El convenio del Plan de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012 firmado este miércoles por la tarde por la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y el consejero de Obras Públicas, José María Mazón, permitirá la construcción de 5.386 viviendas protegidas de nueva construcción -1.296 en régimen de alquiler- y la rehabilitación de otras 7.145.
Según ha manifestado Revilla, el acuerdo constituye un impulso "sin precedentes" para garantizar el derecho constitucional a la vivienda y se ha comprometido a "cumplir rigurosamente" con lo establecido en el plan.
Tras asegurar que de esta crisis "vamos a salir" y que "lo mejor está por llegar", ha hecho un llamamiento a las instituciones públicas para "quejarse menos y trabajar más" y sustituir el "decaimiento" por un esfuerzo inversor.
La dotación estatal para el desarrollo del Plan de Vivienda en Cantabria, que asciende a 153,8 millones de euros, supone un incremento del 77 por ciento con respecto al plan anterior, triplicándose así con respecto al plan anterior. Corredor destacó que "el PEVR es un poderoso instrumento de protección social" y representa "un esfuerzo de la inversión pública en las actuaciones que tienen mayor impacto en el empleo".
A lo largo de esta semana, ha informado Corredor, su departamento pagará a Cantabria la mitad de este presupuesto y el resto se abonará cuando estén en marcha las primeras obras, que deberán comenzar antes del próximo 15 de octubre.
Revilla y Keynes
La anécdota de la firma la protagonizó el jefe del ejecutivo cántabro al nombrar erróneamente al economista británico Keynes (1883-1946). Revilla aseguró que la caída de la iniciativa privada ha convertido al estado en la salvación ante la crisis, y aseguró que el lema de Keynes -defensor de la intervención del Estado en la economía a través de medidas fiscales y monetarias- ya no sirve. "El 'laissez-faire' de Keynes ya no sirve", aseveró.
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