En el Gobierno y en el PSOE están tan preocupados por la última encuesta del CIS que han decidido movilizarse. De aquí a finales del 2007, ministros y diputados recorrerán España de punta a punta explicando lo bien que lo hace el Gobierno. Mientras, como suele ocurrir cuando pasan estas cosas, ya hay quienes empiezan a señalar a la política de comunicación del Gobierno como la causante de que
Zapatero este en horas bajas, o que haya ministros a los que apenas se conoce fuera del Ministerio. No diré yo que la política informativa del Gobierno es una maravilla, o que el Secretario de Estado Moraleda es un genio de la comunicación, pero sí que la política de comunicación no es la exclusiva causante de los males de Zapatero.
El problema es que Zapatero ha ocupado todo el espacio político sin dejar apenas sitio a sus ministros. Es un político muy personalista, tanto que parece que el Gobierno lo es sólo él, a excepción de la vicepresidenta, que ha logrado hacerse un hueco y además con notable éxito. Pero es que además, el problema no es sólo "comunicar" sino que a los ciudadanos les guste o no lo que se les comunica. Y a los ciudadanos no les ha gustado nada que Zapatero haya decidido hacer una reforma encubierta de la Constitución vía estatutos de autonomía. No les ha gustado nada el Estatuto catalán. No les gusta la confusión que se ha generado en torno al proceso del fin de ETA. No les gusta que los partidos nacionalistas marquen la agenda política. A los sufridos ciudadanos les sorprenden muchos aspectos de la política exterior, y en cuanto a la política "interior", léase seguridad ciudadana, las cosas no están como para tirar cohetes, habida cuenta de la proliferación de bandas. A los ciudadanos les preocupa, así lo refleja la encuesta del CIS, el problema de la inmigración, y también la situación económica, porque a Zapatero se le olvida lo que supone para un sueldo medio la subida de las hipotecas, o el anunciado aumento del recibo de la luz. Los ciudadanos también perciben como la sanidad pública está sufriendo un fuerte deterioro por falta de medios y porque se ha roto el principio de la igualdad, y no se recibe la misma atención médica en una comunidad que en otra. O el deterioro de la escuela pública.
De manera que además de mandar a sus ministros a la calle a explicarse, quizá el presidente debería de aterrizar y empezar a preocuparse por los problemas reales de la sociedad.
Zapatero tiene demasiados "pelotas" a su alrededor que le dicen que es magnífico, inigualable, y que todo lo hace de maravilla, quizá porque él no quiere escuchar otra cosa, quizá porque no se atreven a trasladarle la realidad. A sus colaboradores se les ha llenado la boca hablando de la buena suerte del presidente, asegurando que en las próximas elecciones va arrasar porque enfrente no tiene nada consistente. Y es verdad que al PP le falta un liderazgo sólido, y apartar del primer plano de la foto a Zaplana y a Acebes, pero las elecciones no se ganan, se pierden, quiere esto decir que si el PP llega a ganar no será por sus méritos sino por los fallos de Zapatero. En fin, en los próximos días vamos a empezar a conocer ministros porque estarán todos en la calle. ¡Ah! y también corre el rumor que vistas las cosas, lo mismo el presidente decide, amén de una remodelación de Gobierno amplia, un adelanto electoral. Ya veremos.