El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, desde Praga, donde participa en una reunión ministerial entre los países de la Unión Europea (UE) y el Grupo de Río, dijo que la advertencia de Morales se trata de una “reacción política en función de los intereses internos, fue una reacción ante la masa (…) No fue una posición de Estado a Estado. De hecho, nosotros no hemos sido informados oficialmente por Bolivia”.
Según la agencia oficial Andina, García Belaúnde dijo que la declaración del Jefe de Estado boliviano fue hechas “en la plaza pública y transmitida por los medios”.
El presidente Morales, ayer en una conferencia de prensa ofrecida en el Palacio a medios internacionales, dijo: “Estamos analizando seriamente estas actitudes del presidente Alan García y su Gobierno que ponen en alto riesgo las relaciones diplomáticas con el Gobierno y con el pueblo boliviano”.
Perú concedió asilo político a los ex ministros Jorge Torres Obleas, de Hacienda; Mirtha Quevedo, de Participación Popular, y Javier Torres Goitia, de Salud, a quienes se imputa el delito de genocidio por la muerte de al menos 67 personas en octubre de 2003 en El Alto durante las movilizaciones para evitar la exportación de gas a Chile.
Las protestas fueron reprimidas por los militares, quienes fueron autorizados para salir a las calles mediante un decreto supremo aprobado por el gabinete ministerial de Sánchez de Lozada.
El ex Presidente tuvo que dejar el cargo el 17 de octubre y huyó a Estados Unidos. Para la Fiscalía, la ex autoridad gubernamental es uno de los principales sospechosos, junto con su ex ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, de autorizar la “masacre sangrienta”. Ambos residen en el país norteamericano.
El Mandatario boliviano afirmó nuevamente ayer que el asilo otorgado por Perú es una “provocación” a Bolivia.
“Haremos las consultas correspondientes para ver seriamente esta provocación, la agresión del presidente Alan García hacia el pueblo boliviano, hacia los pueblos de Latinoamérica, hacia las instituciones defensoras de los derechos humanos (…) es una total provocación, una abierta agresión”.
Morales pidió otra vez a su homólogo peruano que revise el asilo otorgado a Quevedo, Torres Goitia y Torres Obleas. Consultado sobre si la crisis de la relación boliviano-peruana desembocaría en el retiro del embajador de La Paz en Lima, Franz Solano, o la expulsión del embajador de Perú Fernando Rojas, Morales dijo: “No, eso es secundario. Sí hablamos que están en riesgo las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Perú”.
Morales también instó a García a respetar la legislación peruana que señala que no se puede asilar a una persona procesada por delitos de lesa humanidad. Dijo que está actuando de manera similar al ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, a quien tildó de “el peor Presidente” de la humanidad.
“Los pueblos juzgarán, quiénes estamos con la vida y quiénes están en defensa de la cultura de la muerte”.
Asimismo denunció que su homólogo presentó una demanda ante la Corte Internacional de La Haya contra Chile para tener el control de las aguas internacionales que están al frente de la Línea de Concordia.
Cuestionó por qué García no emprendió este litigio durante su primera gestión gubernamental, en la década de 1980.
“Escuché muchas propuestas para que Bolivia tenga salida al mar, uno que se pueda hacer un corredor sobre la línea (limítrofe), hemos llegado a una confianza de pueblo a pueblo, de Presidente a Presidente (…) pero Perú presenta esta demanda para perjudicar estas negociaciones (entre Chile y Bolivia)”.
Ambos países trabajan en una agenda de 13 puntos, entre ellos el acceso boliviano al mar.
El Jefe de Estado boliviano consideró que esa demanda peruana es una “provocación” que está fuera de cualquier marco ideológico y se trata de un “interés particular”.
Los ex cancilleres bolivianos Armando Loaiza y Javier Murillo de la Rocha explicaron ayer que la ruptura de relaciones pasa por el retiro de embajadores e incluso el corte de las relaciones comerciales; sin embargo, Murillo de la Rocha pidió “no magnificar” el anuncio del Presidente, pues el diplomático cree que esta amenaza no llegará a consumarse porque sería “muy grave”.
El internacionalista peruano Farid Kahhat, en una columna de El Comercio de Perú, consideró en tanto que, “a diferencia de ocasiones anteriores, es probable que esta vez el problema entre el Perú y Bolivia no quede en un intercambio de adjetivos, porque el gobierno de Evo Morales no desistirá en su intención de conseguir la entrega de los otrora ministros del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, tanto como ha insistido en que el Gobierno de Estados Unidos entregue al propio ex mandatario y a Sánchez Berzaín”.
Sin embargo, cree que el presidente Morales “debilitó su caso cuando, atribuyéndose las funciones de un Juzgado, sentenció que el Perú se había convertido en un ‘refugio de delincuentes’ (pese a que el juicio contra los inculpados ni siquiera ha comenzado). Con lo cual, a su vez, fortaleció el argumento de la Cancillería peruana”.
El ex canciller Loaiza recordó que Bolivia y Perú atravesaron un momento difícil por un laudo arbitral en 1909, pero el conflicto pudo ser solucionado; sin embargo, ahora puede agravarse si la tensión sigue en escalada. Sugirió que el presidente Morales y la justicia boliviana se apeguen a los canales diplomáticos, como pedir la extradición.
Los impasses marcaron la relación Bolivia-Perú
Al menos siete incidentes diplomáticos e impasses se suscitaron entre Bolivia y Perú desde el año 2006, todos ellos por declaraciones de los presidentes de ambas naciones sobre marcadas diferencias en asuntos comerciales, de jurisprudencia, temas de integración, por supuestas injerencias e incluso por el mar.
En muchos casos, las declaraciones presidenciales se matizaron con adjetivos que provocaron “una erosión” de la confianza que ambos países. Según el ex canciller Armando Loaiza, la agenda de integración histórica que Bolivia y Perú tienen está prácticamente paralizada.
“La agenda bilateral se paralizó porque existe un clima enrarecido”, opinó el diplomático, y recordó la vigencia de un Tratado de Mercado Común, plenamente vigente desde 2007, que incorpora criterios de integración política y social. Adicionalmente, ambos países mantienen instancias de consulta que no se han activado, a excepción de la Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca.
El primer impasse con Perú ocurrió en 2006, cuando el presidente Evo Morales apoyó abiertamente la candidatura del nacionalista Ollanta Humala a la Presidencia, lo que molestó a varias autoridades peruanas.
Otra crisis estalló a fines de junio y principios de julio de 2008 debido a las declaraciones del Presidente boliviano, quien llamó “gordo y poco antiimperialista a su homólogo peruano”. Entonces también denunció que Estados Unidos había instalado una base en el país vecino.
En abril de este año se abrió nuevamente el conflicto por la demanda peruana ante La Haya y ahora existe una confrontación verbal. Morales llamó “chabacano” (vulgar) a su colega.
Hoz de Vila pide nota de protesta
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Tito Hoz de Vila (Podemos), pidió ayer a la Cancillería boliviana que envíe una nota de protesta a Chile por la propuesta de tres arquitectos chilenos que plantearon la construcción de un túnel de 150 kilómetros para dar salida marítima a Bolivia.
“Esto es una burla, es un insulto a la inteligencia de los bolivianos, es un insulto pretender decir que ‘a los bolivianos les contentaremos con un túnel de 150 kilómetros que lleguen al mar, ahí les hacemos una islita con desechos’ (…) En primer lugar les pediría que vayan a la biblioteca y se culturicen y sepan en qué ha consistido la Guerra del Pacífico de 1879”.
El fin de semana, tres arquitectos chilenos entregaron a la Cancillería chilena una propuesta que señalaba que es factible construir un túnel que parta de Charaña y pase por debajo de la Línea de Concordia, entre Perú y Chile.
Los asilados
Mirtha Quevedo
Jefa Nacional del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), ex ministra de Participación Popular. Actualmente reside en Perú gracias a la condición de refugiada política concedida por el Gobierno peruano, determinación que ha tensado las relaciones internacionales entre Bolivia y Perú.
Jorge Torres Obleas
Militante del MIR. Ex Ministro de Hacienda y Desarrollo Económico, actualmente reside en Perú en condición de asilado político. Solicitó que el caso de “octubre negro” sea juzgado en la Corte Penal Internacional. Mediante una carta, dijo ser inocente, pues renunció al gabinete antes del 13 de octubre.
Javier Torres Goitia
Militante del MNR. Ex Ministro de Salud y Deportes. Actualmente reside en Perú en calidad de asilado político. En octubre de 2003 se convirtió en vocero de los últimos días del mandado de Sánchez de Lozada. Hay denuncias en sentido de que él ordenó que las ambulancias fuesen utilizadas como transporte de los militares.
Repercusiones
“No entendemos cómo el presidente Evo Morales puede meter tantas veces la pata, parece que no tuviera asesores. El Canciller o el Vicecanciller están para dar las explicaciones, pero no aparecen. Parece que le dejaron solo al Presidente”
Óscar Ortiz
Presidente del Senado
“Es una intervención legítima del Gobierno boliviano, porque cada Estado defiende su posición. El tema del juicio de responsabilidades contra Goni y sus colaboradores debe llevarse a cabo porque es un tema de justicia”
René Martínez
Diputado del MAS
“La amenaza de romper relaciones con el Perú es un gran error. Evo Morales comete dos grandes errores: uno externo, por su estrecha vinculación a (Hugo) Chávez, e interno, porque la persecución al Poder Judicial divide al país”.
Peter Maldonado
Diputado de UN
“Los ex ministros de Sánchez de Lozada ya tienen su asilo político, amparados en acuerdos internacionales. La compañera Mirtha (Quevedo) se ha asilado en el Perú en su justo derecho y Evo sólo está en carrera electoral”
Roxana Sadóval
Diputada del MNR
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