Los premios de la peña del 'Banconcillo' del PP

La cercanía de las vacaciones estivales está haciendo proliferar en el Congreso de los diputados comidas y cenas entre sus señorías para despedir el periodo de sesiones parlamentarias.

El martes pasado, sin ir más lejos, un grupo de diputados del PP pertenecientes a un simpático grupo bautizado como ‘los del balconcillo’, compuesto por los más novados -al que se ha ‘adosado’ también más de un veterano-, celebraron un almuerzo en un conocido restaurante cercano a la Cámara baja para ver a quien concedía los premios que han decidido instaurar como una novedad en esta legislatura, “PP, el nacional”.

Una de las premiadas, -“y no por peloteo”, según matiza uno de los miembros del jurado- fue la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, que fue distinguida por el trato que ha otorgado a sus diputados, “para demostrarle que para ella no somos transparentes”, dicen con humor los promotores, muchos de los cuales no han intervenido todavía en un pleno.

Soraya recogió este jueves, al finalizar el pleno, el galardón, consistente en una españolísima botella de sangría, típica de las tiendas de souvenirs, cuyo tapón estaba coronado por una gorrito con la bandera rojigualda.

Pero hubo más premios. El más celebrado fue el que concedieron al diputado valenciano, Esteban González Pons, al que las diputadas de ‘el bancondillo’ han considerado que es "el más guapo” de los diputado del Grupo Popular. El vicesecretario de Comunicación del PP recibió -algo sonrojado- una mini-flauta, o fabiol, instrumento típico de las fiestas de Ciudadela (Menorca), para colocarse en la solapa.

Otras dos flautas fueron a parar al diputado extremeño, Carlos Floriano, por ser “el portavoz más enrollado” y que más iniciativas ha aceptado de sus compañeros, y la diputada Pilar Barreiro, alcaldesa de Cartagena, por haber logrado ser “la más votada en las elecciones europeas”.