Atado y bien atado. Así es como ha quedado, según
Fernández de la Vega, el cierre de la central nuclear de Garoña:
“La decisión que el Gobierno ha adoptado es de cese definitivo de actividad en 2013 y es una decisión irreversible”, ha dicho la vicepresidenta primera tras las reunión del Consejo de Ministros y en respuesta a
Mariano Rajoy, que ha afirmado que si llega al poder mantendrá en funcionamiento la central nuclear.
Para evitar ‘veleidades’ de ese tipo, el Gobierno ha aprobado una Orden Ministerial que confirma que el de la central de Garoña
“es de cese definitivo de actividad” e incluye medidas previas a la fecha de cierre para garantizar que el plazo de funcionamiento culmine en cuatro años. Es decir, que no hay marchas atrás gobierne quien gobierne:
“Como siempre, el PP se sitúa en la irresponsabilidad”, dijo De la Vega al respecto.
La vicepresidenta reconoció que la que se ha adoptado
“es una decisión política” que está “
basada en la legalidad”, que está
“motivada”, que
“es lo razonable y por tanto es un cierre definitivo e irreversible”. Y aún argumentó que
“no es razonable que alguien piense que vaya a cambiar eso”.
Las razones que han llevado a este cierre de Garoña en 2013 estarían basadas –versión De la Vega- en la “responsabilidad, la ponderación y en razones de peso: está justificada de principio a final”, aunque “ya sabemos que a Rajoy y al PP no le gusta nada de lo que hace el Gobierno”.
De la Vega confirmó que el compromiso que asume el Gobierno a partir de este momento es que para todos los trabajadores de Garoña
“habrá nuevos empleos”. De hecho, se va a formar un grupo de trabajo, coordinado por la propia Presidencia del Gobierno, para elaborar un plan con medidas económicas para la zona:
“Tres meses para hacerlo, tres años para ejecutarlo”, dijo De la Vega.