www.diariocritico.com
Miedo a los medios

Miedo a los medios

viernes 07 de agosto de 2009, 18:37h

¿Qué interés tenía el juego presidencial al lado de la entrevista a la Fiscal?

Hay hechos que crean derecho. No reconocer ahora a los sucesores de quienes en vida tuvieron una concesión radial, pero haberles cobrado por años a esos mismos sucesores los impuestos por la actividad que realizaban, haberles oficiado sucesivamente reconociéndolos como los operadores de un determinado dial y terminar de la noche a la mañana cerrándoles sus transmisiones, eso no es jurídico, es cien por ciento político.

Se cerraron radios que prestaban servicios comunitarios importantes para los ciudadanos. En CNB 102.3, Miranda, Chacao y Baruta tenían su Tribuna de contacto con los ciudadanos. Los lunes el alcalde Graterón exponía sus proyectos y atendía llamadas de los vecinos de Chacao con quejas, recomendaciones y opiniones. Los martes nos tocaba a Baruta y, los miércoles, al gobernador Capriles. Esa ventana de participación y contacto ha sido clausurada con el cierre de la emisora.

Lo lógico es que todos esos programas hubieran sido transmitidos por las radios que pertenecen al Estado venezolano, para que fueran radios plurales y de servicio al ciudadano. No en balde sus operaciones son pagadas con recursos públicos. Sin embargo, esas radios no son más que estaciones de propaganda continuada sólo del gobierno nacional.

¿Qué hará ahora el Gobierno con los diales de las 34 estaciones cerradas de golpe? Ese misterio no es difícil de develar. Basta con sintonizar Radio Nacional de Venezuela y sabremos en qué se convertirán todas ellas.

Cuando cerraron RCTV, anunciaron al país que justo un minuto después saldría al aire una televisora modelo, en la que la producción nacional independiente tendría espacios para darnos, supuestamente, una programación de calidad. A más de dos años de tal anuncio, está al aire un canal de enlatados de las peores y más viejas producciones del continente. La producción nacional es casi inexistente y hasta ha estado ya señalado en un escándalo de corrupción.

Si miramos la programación de VTV, en ella nadie que opine distinto al Gobierno tiene cabida, a no ser que sea para realizar micros vejatorios de su dignidad como ser humano, transmitidos reiteradamente, a la vista de todos los órganos públicos que mantienen un silencio vergonzosamente complaciente y cómplice. VTV perdió su programación recreativa y ni hablar de la instructiva. Sus equipos de microondas persiguen al presidente Chávez a cualquier sitio donde va y están dispuestos sólo para transmitir lo que él haga a cualquier hora.

Ante la propuesta de ley de delitos mediáticos, la Fiscal General de la República estaba siendo entrevistada en los estudios de VTV. Ella trataba de explicar la motivación de su propuesta y, sin aviso de ningún tipo, cortaron la entrevista para transmitir al Presidente jugando pelota en el Fuerte Tiuna. Para quienes dirigen el canal era más importante ver al Presidente jugando que a la Fiscal explicando una propuesta tan gruesa que ha terminado siendo rechazada hasta por los chavistas. ¿Qué interés tenía el juego presidencial al lado de la entrevista a la Fiscal? Ese es uno de los criterios con que se maneja los medios del Estado; seguir al Presidente a donde vaya y transmitir lo que haga y diga, sin importar si es o no relevante.

Otro de los criterios es la exclusión. Si no habla bien de Chávez, no sale en el medio. Allí solo puede aparecer el Presidente preferentemente, y cuando él no esté al aire, sólo deben aparecer personas que hablen bien de Chávez.

Y el tercer criterio es la destrucción, el trato vejatorio a los opositores para descalificarlos personalmente. No está permitido discutir o contradecir sus ideas. Lo válido es el ataque personal.

Ante informaciones falsas u opiniones destempladas, los medios oficiales nunca dan derecho a réplica a los afectados, violando la Constitución y las leyes venezolanas sin pudor alguno, a sabiendas de que actúan bajo el manto de la impunidad del estado venezolano que los protege y les permite actuar así.

Cuando el Gobierno critica la programación de televisoras y radios privadas no lo hace por su programación en general, lo que le estorba es que allí tenga cabida la crítica, que se expongan puntos de vista distintos a los oficiales, que se contrapongan ideas. También le genera angustia que transmitan protestas o descontentos, y que abran los micrófonos a los ciudadanos para que planteen sus problemas.

Si continúan por este camino -que han elegido- más temprano que tarde tendremos una programación única en todos los medios y no es difícil prever que será con Chávez en la mañana, en la tarde y por la noche. Por si no bastara, en la madrugada repetirán los que Chávez hizo en el día, y cuando Chávez esté comiendo, estará al aire alguien jalándole mecate a Chávez. Qué miedo le tienen a los medios libres de comunicación.

GBLYDE@GMAIL.COM

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios