El especialista en cirugía reconstructiva, que se encuentra descansando tras la operación que comenzó el martes y ha durado casi 20 horas horas, al haberse prolongado durante la madrugada, ha asegurado que todo está
"recién hecho" y que habrá que esperar a las próximas horas para conocer más detalles sobre el resultado de la intervención.
La operación, que inició el martes por la mañana, ha consistido primero en la extracción del rostro del donante para después proceder a la implantación al receptor, y estaba previsto que inicialmente que durase alrededor de 18 horas, aunque se prolongó algo más por pequeños problemas sin importancia.
Hasta ahora sólo se han realizado siete trasplantes de cara en el mundo: cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y uno en China. La Fe de Valencia y, en concreto el equipo del doctor
Cavadas, ya realizó otra operación pionera en noviembre de 2008: trasplantó los dos brazos a un hombre de 28 años.
Espera

Cabe recordar que el pasado mes de julio, el cirujano Cavadas aseguró que había suspendido un viaje de vacaciones que tenía previsto por si apareciera un donante para el paciente que espera ser sometido a un trasplante de cara.
En un desayuno de prensa con motivo de haber sido galardonado con el octavo Premio Fundación para la Justicia, Cavadas explicó que La Fe ya estaba autorizada y el paciente "preparado y esperando un donante".
Explicaciones
El cirujano valenciano, hace unos meses, señalaba que la persona que recibe un trasplante de cara "no puede pretender que le devolvamos el aspecto que tenía antes, llevará tejido del donante que le permitirá parecer una persona, pero eso no le cambiará la identidad".
"No le vamos a restablecer el aspecto que tenía en la foto de comunión o cuando hizo la mili", dijo el cirujano valenciano, quien indicó que se opera
"caso por caso, dependiendo del segmento que ha perdido cada persona y viendo cuándo está indicado un trasplante de cara o una cirugía reconstructiva con tejido propio del paciente".
Según Cavadas, hay partes del cuerpo que se pueden reconstruir con tejido propio como la nariz, la oreja o un labio, aunque cuando se trata de una reconstrucción de la nariz más los dos labios el resultado es mejor si se realiza un trasplante.
Según el cirujano, la ausencia de cara tiene un impacto psicológico evidente sobre la persona.
"La cara es la identidad social del individuo y su tarjeta de presentación" y sin ella "no se puede socializar de manera razonable", afirma.
Este trasplante se plantearía en casos
"extremos", según Cavadas, para quien no hay
"ninguna particularidad ética o moral" en conseguir que un órgano vital para la vida social como es la cara, pueda ser transferido quirúrgicamente de un cadáver donante a una persona sin cara.
