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Uribe se juega el apoyo de la región en UNASUR

Uribe se juega el apoyo de la región en UNASUR

viernes 28 de agosto de 2009, 09:45h
El presidente Álvaro Uribe arribó hace pocas horas en el aeropuerto de la ciudad argentina de Bariloche, convirtiéndose en el séptimo mandatario en acudir a la cita de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR.

El mandatario llegó a la sede de la reunión después de que lo hicieran sus homólogos de Argentina, Cristina Fernández; Perú, Alan García; Uruguay, Tabaré Vázquez; Surinam, Ronald Venetiaan; Ecuador, Rafael Correa (presidente en turno del organismo), y Chile, Michelle Bachelet.

Los últimos en llegar al encuentro, que inicia a las ocho de la mañana (hora colombiana), fueron los presidentes Hugo Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo de Paraguay. Luego de la cita, los mandatarios asistirán a un almuerzo ofrecido por Cristina Fernández.

La reunión tiene como objetivo principal, aliviar las tensiones surgidas en la región por cuenta  de la negociación de un tratado militar entre Estados Unidos y Colombia que incluso llevó a Venezuela a romper relaciones comerciales y diplomáticas con el país.  Pese a lo anterior, el gobierno del presidente Uribe ha expresado su deseo de que además, en el encuentro se traten otros temas, como la carrera armamentista de Venezuela, la seguridad regional y la presunta connivencia de algunos gobiernos con el grupo guerrillero de las FARC.

A este respecto, el mandatario colombiano anunció que su intervención durante la Cumbre estará respaldada por documentos en los que se da cuenta de la existencia de fuerzas ilegales colombianas en territorio de sus países vecinos, y los indicios de la intención de las FARC por adquirir, a través de contactos en Venezuela, misiles tierra-aire de fabricación rusa.

El gobierno colombiano ha expresado que tales documentos serán puestos en conocimiento de los asistentes en caso de que el tono de los presidentes de Venezuela o Bolivia se juzgue "acalorado".

Así mismo, Uribe ha anunciado una vez más, que el convenio con Estados Unidos no implica la instauración de ninguna base norteamericana en el país; sino que éste permite únicamente el uso de algunas instalaciones militares por parte de soldados americanos, bajo el estricto control y vigilancia de agentes colombianos. Además, el mandatario fue claro al expresar que Colombia resolverá dudas sobre las bases mas no hará consultas con UNASUR de sus tratados internos.

Fuentes diplomáticas suramericanas reconocieron que no será fácil encontrar una solución satisfactoria para todas las partes, pero subrayaron la importancia de lograr que el presidente colombiano, ofrezca garantías suficientes.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró su propuesta, según la cual en el caso de una falta de consenso entre los presidentes, se debe celebrar un referendo en el continente para consultar a las poblaciones si están o no de acuerdo con la presencia militar estadounidense en Colombia.

"Si no hay consenso de acabar con las bases militares en Colombia, en Suramérica o en Latinoamérica, estamos obligados a ir a la consulta. En vez de que imponga el Imperio, que los pueblos decidan sobre la dignidad y la soberanía", sostuvo el mandatario boliviano.



Nuevas voces en contra

El acuerdo que ha provocado la ira del venezolano Hugo Chávez, el disgusto del ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales, el  malestar en Brasil y Argentina y el respeto en Chile, Paraguay, Uruguay y Perú, sufrió nuevos ataques.

Hace pocas horas, el ministro boliviano de la presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró que en la Cumbre se verá quienes "han decidido reconquistar la soberanía de su pueblo y quienes están decidiendo someter sus ejércitos a los imperativos estratégicos de la potencia extranjera".

Así mismo, en una inesperada reacción, el ex -líder cubano Fidel Castro, expresó que a través del acuerdo militar con Colombia, Estados Unidos busca poner a toda Latinoamérica al alcance de sus tropas, "liquidar el proceso revolucionario" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y "asegurar el control del petróleo".

Además, Castro, como lo hizo Chávez hace algunos días con Colombia, calificó de "cínicos" los argumentos de Washington para defender el pacto, y agregó que "con esas bases, unidas a las de las Islas Malvinas, Paraguay, Perú, Honduras, Aruba, Curazao y otras, no quedaría un solo punto del territorio de Brasil y del resto de América del Sur fuera del alcance del Comando Sur".

El ex –revolucionario cubano añadió, que el plan norteamericano, incluido el restablecimiento de la IV Flota, "fue diseñado por el anterior presidente, George W. Bush y heredado por el actual Gobierno de Estados Unidos”, a quien algunos líderes suramericanos demandan el debido esclarecimiento de su política militar en América Latina.

Por su parte, EE.UU. también ha hecho movidas para desactivar las críticas. El subsecretario adjunto para Asuntos Andinos y del Cono Sur, Christopher McMullen, se reunió ayer con el jefe de Gabinete de Argentina, Aníbal Fernández, para explicarle detalles del acuerdo. Ya había hecho lo mismo esta semana en Brasilia y Montevideo.



Una discusión que reta a la UNASUR

Tras el fracaso de la cita de inicios de agosto en Quito y la poca esperanza de algunos sectores en que se llegué a un consenso en la actual sesión en Argentina, varios expertos y mandatarios han expresado su temor al considerar que este encuentro pondrá a prueba y determinará el futuro de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, organismo que se creó en mayo de 2008, como una expresión del deseo de integración regional.

El bloque suramericano había demostrado su capacidad para la resolución de conflictos, cuando el año pasado ayudó a encarrilar con éxito la crisis política en Bolivia; sin embargo "El acuerdo Colombia-EE.UU ha abierto ya una brecha al interior del componente regional. Las conductas de los líderes se están polarizando", señaló Ariel González Levaggi, director ejecutivo del Centro Argentino de Estudios Internacionales.

Para el académico Félix Peña, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, al margen de las limitaciones propias del proceso de constitución de UNASUR, que por ejemplo no ha logrado elegir un secretario general por falta de consenso, es una "buena noticia" que el bloque se reúna para "encarar un problema concreto".

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien también es consciente del reto que enfrenta el organismo, aseguró que quiere evitar que la polémica se traduzca en "retrocesos" en la integración regional. “La reunión es una gran oportunidad que tenemos para demostrar que América del Sur está construyendo su democracia, su prosperidad y estamos trabajando para que reine la paz en Suramérica", afirmó Lula el pasado fin de semana.

Así mismo, el canciller argentino Jorge Taiana, expresó su convencimiento de que en UNASUR "hay voluntad política de encontrarse, aunque la organización está todavía muy sujeta a condicionamientos internos y a relaciones aún frágiles".

Mientras tanto, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, dijo que pese a las críticas hechas por el presidente Rafael Correa al acuerdo militar, la intención de Ecuador es oficiar como un buen moderador, en su calidad de dirigente pro - témpore de UNASUR, actuando "a la altura de las circunstancias y buscando consensos".

Para Argentina el reto estará en que su presidenta, Cristina Fernández, ocupe su lugar como un anfitrión imparcial.

En gran medida, coinciden los expertos, el futuro de la unión dependerá del rol que juegue Brasil, líder indiscutible en la región. “El viejo ‘ABC` (Argentina, Brasil y Chile), tiene un papel importante a desempeñar en la preservación de la paz y estabilidad política en la región”, apuntó Félix Peña.

Por ahora sólo nos resta esperar y ver que se deriva de este encuentro suramericano. En Diariocrítico los mantendremos informados.

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