Santos admitió que tanto Uribe como Chávez son líderes populares, con altos índices de aceptación, y que ambos han propuesto consultas para reformar la Constitución de modo que puedan optar a la reelección.
Sin embargo, según declaró a Folha de Sao Paulo, toda comparación en ese sentido "es simplista" y "desconoce las instituciones y la tradición histórica de Colombia".
El vicepresidente colombiano aseguró que en su país hay "un Congreso fuerte, un Poder Judicial muy fuerte e independiente y una prensa absolutamente libre, que es algo que se cuestiona en Venezuela".
El Congreso colombiano aprobó esta semana en medio de polémicas y críticas de la oposición una ley para convocar un referendo sobre la posibilidad de que Uribe pueda postularse para una segunda reelección en 2010.
Santos subrayó que el proyecto aún deberá ser refrendado por la Corte Constitucional y que luego, en caso de ser aprobado, deberá ser realizada la consulta popular.
En el caso de Venezuela, la reelección fue aprobada mediante un referendo realizado en febrero pasado y, a diferencia del proyecto que avanza en Colombia, no impone límites para la renovación de los cargos de elección popular.
Las relaciones entre ambos países han sido "congeladas" por Chávez, después del hallazgo de armas venezolanas en manos de la guerrilla colombiana y al calor de una polémica por un inminente acuerdo entre Bogotá y Washington para el uso de hasta siete bases militares en suelo colombiano por parte de soldados estadounidenses.
Santos insistió en la posición del Gobierno colombiano y dijo que "no son bases, sino una complementación del acuerdo de cooperación que ya se tiene con Estados Unidos en el marco del Plan Colombia", acordado en el año 2000.
El vicepresidente reiteró que el convenio autorizará la presencia de unos 800 militares de EE.UU. en Colombia y que ese plan no supone "ninguna amenaza" para la soberanía de ningún otro país, sino un refuerzo del combate a las guerrillas y el narcotráfico.