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Con casi 100 años

Muere el poeta José Antonio Muñoz Rojas

Muere el poeta José Antonio Muñoz Rojas

martes 29 de septiembre de 2009, 12:26h
El poeta José Antonio Muñoz Rojas, que el próximo 9 de octubre hubiera cumplido cien años, ha fallecido la pasada noche en Antequera (Málaga), según han informado fuentes municipales. Fue Premio Nacional de Poesía (1998) y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2002).
El autor, Premio Nacional de Poesía (1998) y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2002), pertenece al grupo de poetas neorrenacentistas y fue fundador, junto a José Antonio Maravall, Leopoldo Panero y José R. Santeiro, de la "Nueva Revista", al tiempo que mantuvo contactos con varios poetas de la Generación del 27.

José Antonio Muñoz Rojas es Hijo Predilecto de Andalucía, cuenta con la Medalla de Oro de la ciudad de Antequera y la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.

Este año, con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, la Junta de Andalucía lo ha declarado Autor del Año, junto a Antonio Machado.

Precisamente con este motivo se han organizado varios actos que culminarán con un congreso internacional en el que se debatirá la aportación del poeta a la literatura española, cuya inauguración estaba prevista para el próximo 8 de octubre, víspera del cumpleaños del escritor.

El congreso coincidirá con la apertura de una exposición conmemorativa en la que se planteará un recorrido cronológico sobre aquellos aspectos biográficos que han marcado la actividad literaria de Muñoz Rojas.

Una muestra de la obra de Muñoz Rojas:

Yo no sé desear más que la vida

 
Yo no sé desear más que la vida,
porque entre las victorias de la muerte
nunca tendrás la grande de tenerte
como una de las suyas merecida

y porque más que a venda y más que a herida
está mi carne viva con quererte,
e igual mi corazón que un peso inerte,
halla su gravedad en tu medida.

¡Qué temblor no tenerlo en ningún lado,
ni en el pecho, la vena o la palabra,
y a lo mejor en valle, fuente o roca!

¡Corazón prisionero y emigrado,
que con cada latido el hierro labra,
y que convierte en sueño cuanto toca
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