El titulo de este artículo “¿Mi sueño? Ser Policía” es prestado de un reportaje del diario El Comercio. En días anteriores se difundió por todos los medios de comunicación, el drama de miles de jóvenes -hombre y mujeres- que pugnaban por un prospecto en donde estaban establecidos los requisitos para el ingreso a las filas policiales; resultaba atractivas las publicaciones en donde se señalaba las ventajas que tendrían quienes ingresarían a sus filas: un buen sueldo, estabilidad laboral, seguros sociales para el aspirante y su familia, etc. no importaban los riesgos de esta peligrosa profesión que diariamente tiene que enfrentarse a una delincuencia cada vez más audaz y agresiva; lo importante era conseguir un trabajo, que es cada vez más esquivo en nuestro país; una de las razones para que miles de jóvenes, especialmente de escasos recursos, se hayan agolpado a las puertas del cuartel policial en busca de un trabajo y una seguridad social que les permita al menos tener el sustento diario para él y su pobre familia.
Ser policía no es una profesión atractiva, poco valorada, mal comprendida, mal remunerada; que en su gran mayoría -de la tropa- está integrada por ciudadanos de origen campesino, urbano-marginal pobre, especialmente de la sierra.
Sin duda este drama que hemos visto y que presenciamos con crudeza, es sólo la punta del iceberg de la complejidad de la situación económica-social que está viviendo el país, gracias a la llamada Revolución Ciudadana y de los entusiastas líderes de mentes lúcidas y corazones ardientes encabezadas por nuestro presidente Rafael Correa que nos quieren implantar un raro experimento ideológico, que nadie sabe a ciencia cierta qué mismo es ese engendro llamado socialismo del siglo XXI.
La otra parte del título es la migración; tiene que ver mucho con el drama señalado; en la práctica el “Plan Retorno” de este gobierno, ha resultado un fracaso, de la información que tenemos, sólo el 17% de 31.049 inmigrantes interesados se han acogido al plan; se conoce que 3,5 millones de ecuatorianos vive en el extranjero.
La ciudadanía clama con urgencia trabajo y seguridad.