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Dificultades en el proceso de paz

Socialistas y nacionalistas vascos filtran a la prensa que Otegi ha endurecido su posición por presiones internas

Socialistas y nacionalistas vascos filtran a la prensa que Otegi ha endurecido su posición por presiones internas

· Ha pasado de admitir la legalización y una moderación con Navarra a quererlo todo
· ZP dice desde Portugal que las consecuencias por el robo de armas son detenciones

sábado 25 de noviembre de 2006, 13:30h
El líder abertzale Arnaldo Otegi y los otros miembros de Batasuna que durante los últimos meses han estado negociando de manera reservada con el PSE y el PNV iniciaron ya en junio y julio un proceso de radicalización e "involución" en sus demandas. Éste se fue acentuando en octubre y noviembre, llegando finalmente a un punto inasumible para las otras partes, provocando el bloqueo del proceso, según informaron a la agencia Europa Press fuentes nacionalistas y socialistas.

   Así, en los últimos cinco meses, Arnaldo Otegi y sus compañeros de partido han pasado de admitir en privado su disposición a la legalización de Batasuna presentando una nueva formación en el registro del Ministerio del Interior y una postura más moderada en relación con Navarra a reclamar sus tesis históricas sobre autodeterminación y la territorialidad, es decir, han pasado a "quererlo todo, ya y con garantías", según los consultados, que atribuyen los constantes cambios de opinión de Otegi y sus acompañantes, a la presión de las bases y al giro que ETA ha dado al proceso en los últimos meses.

   Las fuentes consultadas explican que ya durante el mes de julio, en que se estaban produciendo reuniones bilaterales entre Batasuna y PSE y Batasuna y PNV, habían detectado que los representantes de la izquierda abertzale en esos encuentros comenzaban a endurecer sus posiciones, que inicialmente partían de lo anunciado por Otegi en Anoeta, cuando planteó las vías democráticas y las dos mesas de negociación diferenciadas.

   En las conversaciones de antes del verano, la izquierda abertzale se había mostrado más posibilista, por lo que se había logrado llegar a un principio de acuerdo sobre algunas cuestiones como presentar una nueva formación con nuevos estatutos para superar la ilegalización, que la mesa se circunscribiera al País Vasco, crear un órgano de relación con Navarra al estilo del planteado en su día por Otano e incluso negociar un estatuto vasco muy ambicioso, pero enmarcado en la Constitución.

   Incluso y según fuentes socialistas se llegaron a producir algunos gestos del Gobierno para ir reafirmando a los moderados de la izquierda abertzale frente a los más radicales, como fue la reunión pública de Patxi López y Rodolfo Ares con Otegi y otros miembros de Batasuna.

   Sin embargo, estas fuentes constataron a lo largo del verano y después de éste un cambio de actitud más que palpable y que comenzaba a poner en serias dificultades el avance en el proceso. Aunque durante este tiempo también se han producido algunos altibajos, ya que para tratar de desbloquear la situación, las reuniones bilaterales pasaron a ser a tres, las ya conocidas del Monasterio de Loyola en Guipúzcoa.

   En ellas y según los consultados, se fueron produciendo avances inicialmente, sobre todo en metodología y agenda de temas a abordar, pero la izquierda abertzale ha tratado de profundizar en algunas cuestiones. Una de las que ha contribuido a bloquear la negociación ha sido la reclamación de Navarra.

Las bases de Batasuna, más radicales

   Fuentes de la lucha antiterrorista atribuyen estos cambios de actitud de los dirigentes abertzales, en parte a que las bases de Batasuna no están de acuerdo con este enfoque y también a la postura de ETA que exige más resultados sobre la base de sus viejas demandas.

   Apuntan, en este sentido, que durante las asambleas en las que la dirección de Batasuna explicaba los contenidos de las conversaciones que estaban manteniendo, las bases, mucho más radicalizadas, exigentes y autodeterministas rechazaron rebajar sus tradicionales reivindicaciones.

   De hecho, fuentes de la izquierda abertzale consultadas por la agencia Europa Press argumentan que su gente critica que, salvo la declaración de Zapatero -con la que también mantienen dudas y reticencias- no haya habido ningún avance por parte del Gobierno, ni en el ámbito político, ni en ningún gesto con los presos.

Batasuna erclama mayor concreción

   Creen que el Ejecutivo quiere que realmente avance la mesa con ETA y no la política y, por ello se ha ido retrasando el encuentro formal del Gobierno con la banda, hasta obtener una mayor concreción de los asuntos que se están hablando en esas reuniones discretas de carácter político.

   Estas mismas fuentes de la izquierda abertzale dicen valorar la declaración del presidente del pasado mes de junio, cuando afirmó que el Gobierno respetará lo que decidan los ciudadanos vascos. Sin embargo, apuntan también su desconfianza porque consideran que en Cataluña, Zapatero engañó a ERC y no cumplió el acuerdo del Parlament sobre el Estatut.

   De hecho, ETA hizo referencia en su último Zutabe a esta declaración del presidente autorizando los contactos con la banda y lo hacía para acusar a Zapatero de haber puesto límites a la voluntad de los vascos y al futuro de Euskal Herria reflejando, con su declaración, la "vasconguización del proceso". Esa posición de ETA contrasta con los elogios públicos que los representantes de Batasuna hicieron en su momento a la declaración de Zapatero sobre la voluntad de los vascos.      

   El resultado está siendo que la izquierda abertzale ha pasado a "quererlo todo, ya y además con garantías", según apuntaban  fuentes cercanas a la negociación. Estas demandas van desde la autodeterminación del País Vasco, la creación de un órgano común y de carácter legislativo para Euskadi y Navarra, que posibilite en un futuro la integración y además, garantías de que si se crean un partido político y se presentan a las elecciones, los tribunales no les van a ilegalizar.

   La situación ha llegado a un punto de bloqueo que el viernes mismo reconocía la vicepresidenta primera del Ejecutivo al afirmar que el proceso no avanza.  Ahora, la reflexión que se hacen en voz alta algunos socialistas y dirigentes abertzales es si no sería mejor tomar la negociación con más tranquilidad, esperar a abordar determinadas cuestiones a que pasen las elecciones municipales y autonómicas y no tener prisa por alcanzar resultados.

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