“Hoy día tengo el orgullo de anunciarles que los tiempos de la Bolivia de mendiga e indigna se ha terminada hermanas y hermanos, Bolivia ya no es indigna ni mendiga ahora gracias al acompañamiento de los movimientos sindicales”, manifestó Morales en su discurso en el templete de Kalasasaya después de recibir el bastón de mando que le confiere el liderazgo de los pueblos indígenas.
Instó a las organizaciones sociales a seguir apoyando a su gobierno y asumir la responsabilidad de profundizar las transformaciones que se vive en Bolivia y volvió a reiterar que este proceso, iniciado en su primera gestión de gobierno, es irreversible, “no porque queramos nosotros, sino que los pueblos decidieron dignificarse y liberarse del imperialismo norteamericano”.
Ente otros temas, el gobernante se refirió a la “madre tierra” afirmando que en este nuevo mileno es más importante defender los derechos de ésta que los derechos humanos. “La mejor forma de defender los derechos humanos es defendiendo los derechos de la madre tierra”, aseveró.
Morales señaló que si los movimientos sociales de Bolivia y otros países no defienden los derechos de la “madre tierra” se convertirán en cómplices del capitalismo.
“Tenemos una enorme responsabilidad recuperando los conocimientos de nuestros abuelos, no solo para salvar a Bolivia sino al mundo entero, concientizándonos y movilizándonos”, enfatizó.