La teoría indicaba que el rival en esta primera ronda eliminatoria sería Serbia, pero ésta dio la sorpresa ayer al vencer a los rusos (5-3) y condenarles a un enfrentamiento antes de tiempo con los grandes favoritos. De esta forma, si España quiere alcanzar la final deberá eliminar a los que se presentaban como sus grandes rivales.
Primero será Rusia, y, salvo sorpresa, Italia en semifinales, por lo que la otra parte del cuadro ha quedado más 'suave' y sin un favorito claro pese a la presencia de Ucrania (subcampeona en 2001 y 2003) o Portugal, a la que el combinado español arrolló por 1-6.
El actual subcampeón mundial parte como favorito ante los de
Sergei Skorovich, que ante Serbia dejaron escapar una renta de 2-0 y que parecen un punto por debajo de los españoles, que han ofrecido un nivel muy alto pese a las molestias físicas de algunos de sus jugadores.
Además, a favor de los de José Venancio López está la estadística que dice que nunca han perdido contra su rival de mañana en sus anteriores 16 partidos, registrando 14 victorias, diez de ellas consecutivas, y dos empates, uno de ellos, en la final del Europeo de 1999, que se decantó a favor de Rusia en los penaltis.
El juego ruso es de sobra conocido por el actual campeón, cuyos jugadores también están habituados a cruzarse con sus rivales en competiciones de clubes. Así, las principales figuras de Rusia, los brasileños
Pula y
Cirilo, el portero
Zuev o
Maevskiy ya sufrieron a los españoles en el Mundial de 2008 (5-2) o en el Europeo de 2007 (4-1).
Para España, Rusia será el primer examen serio que deberá afrontar y lo hará con el equipo al completo, después de recuperar al pivote
Fernandao. La defensora del título sabe que es ahora cuando empieza el verdadero torneo y subirá su nivel competitivo un punto en busca de las semifinales.