Mira que nos estás dando titulares esta semana, ZP. Al final, eres tan cuco, que hasta lo consigues. Fíjate qué casualidad que la semana en la que sabemos que ya hay cuatro millones de parados eres noticia porque te ves con Obama y porque además, te vas a rezar. Si me lo dicen hace unos años me da un pasmo.
Tu actitud me está recordando al hermano pequeño que idolatra al mayor aún a pesar de que éste le pega patadas y lo desprecia, me recuerda a esos empleados pelota que se desviven por agradar a su jefe y caen en ridículo mientras van dejando la baba allí por donde pasan. Te has tomado muy en serio lo de ser amigo de Estados Unidos a pesar de haber despreciado su bandera y hasta lees pasajes de la Biblia, tú declarado ateo cada vez que puedes. Tú, que serás recordado como el presidente que tuvo el deshonor de presidir la peor crisis económica de la democracia, como el presidente que se ocupó como nunca de las minorías profesando un profundo desprecio a las mayorías, como el desatador oficial de leyes absurdas que provocaron renacer viejas heridas ya olvidadas, tú, el presidente del desgobierno como ya tristemente eres conocido, tú ayer rezabas con gente que no soportas mientras se desplomaba la bolsa española y los sindicatos te formaban otra vez el lío.
ZP, un ateo no lee pasajes de la Biblia, de la misma manera que un católico no reza el Corán por mucho que haga un viaje oficial a Yemen. Como mucho se descalzará en una mezquita o se cubrirá el velo si es mujer. Es una desfachatez que tragues con eso. Una hipocresía que demuestra hasta dónde eres capaz de llegar por mendigar un poquito de atención de Obama. Tú precisamente que has quitado los crucifijos de las escuelas y que has creado la primera cruzada anticatólica sin sentido, además. Tú, el defensor de la Alianza de las Civilizaciones que siempre vas con pies de plomo para no herir las susceptibilidades de las minorías (y qué minorías tan mínimas, además) de musulmanes que viven con nosotros. Y ahora vas y nos sorprendes leyendo pasajes del Antiguo Testamento. ¡Venga ya! ¡Eres un hipócrita!
Me recuerdas a la gente que proclama su ateísmo y luego se casa por la Iglesia porque “es más bonito” o por “no disgustar a los padres”. ¿A qué viene toda esta farsa? ¿Es para ganarte el afecto de Obama? Ese hombre, qué fíjate cómo te quiere que ni la molestia se ha tomado de saber que tú no eres el primer ministro de España sino el presidente. Por desgracia pintas menos que una mona. Y así lo refleja la prensa norteamericana que ni te contempla, entre otras cosas, porque ni sabe quién eres. Ni una sola negrita con tu nombre. No existes, nadie te vio, nadie te escuchó, nadie te hizo caso. Bien es cierto que ellos son muy suyos y para la cosa española suelen pecar de ser bastante ignorantes, pero es que has ido como presidente de la UE y ni por esas.
¿Y qué decir de tu discurso? A tu aire, cómo no. Lo has mutilado para evitar que saliera de tu boca la palabra pecado. Dios, qué sacrilegio decir pecado. Eso ni muerto, ¿verdad? Y te has acordado, como no, de los inmigrantes y de los homosexuales que para eso eres su principal valedor. Menos mal que te has acordado de los trabajadores, no me queda claro si porque se te supone socialista y obrero o porque tienes a tus espaldas a 4 millones de parados.
ZP, mientras rezabas en un desayuno organizado por un grupo ultraconservador, aquí en España se caía el Ibex y era enterrado un soldado que cumplía misiones en Afganistán. Tenías que haber cancelado tu viaje para haber estado con los familiares en su entierro. Porque tuya es la decisión de enviar tropas a Afganistán y porque en WA no pintaste nada, más que la mona. Lo único que hiciste fue representar no sólo a España sino al resto de la UE de la siguiente manera: presidente tan poco preparado que ni inglés sabe y eso que sólo tenías que leer. Si no te dedicaras a la política, en el trabajo que tuvieras no podrías viajar nunca a Estados Unidos con esa carencia. Claro que pensándolo bien, recuerdo tu apoyo a los nacionalismos en Cataluña y Galicia y a ti te importa un bledo que la gente hable inglés. A ti, el gallego y el catalán. Claro que eso lo haces por contentar, cómo no, a las minorías. ¡Mira que le tienes tú pavor a las minorías! Más que a un “nublao”
No doy crédito a todo lo que haces. Es un verdadero despropósito. No das pie con bola. Y seguimos creciendo en paro. Que Dios nos coja confesados. Eso es lo que tenías que haber rezado en la capital norteamericana porque eso es, verdaderamente, lo que necesitamos ZP. A ver si te vas enterando ya.
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