Esta novedad se inscribe, según
Bravo, en la línea iniciada por el actual Consejo del Poder Judicial "para profundizar en los parámetros de mérito y capacidad", a valorar a la hora de realizar los nombramientos, con el fin de poder evaluar a los distintos candidatos en procesos "objetivos y transparentes".
Así lo señaló la portavoz durante el discurso que pronunció este martes en el Club Siglo XXI bajo el título "el CGPJ ante los retos de la Justicia", en el que realizó un diagnóstico de la actual situación y avanzó las prioridades para la reforma efectiva de la Justicia. Al almuerzo acudieron, entre otros, el número dos del Ministerio del Interior,
Antonio Camacho, numerosos miembros del Consejo, magistrados el Tribunal Supremo y el presidente de la Audiencia Nacional,
Ángel Juanes.
En opinión de Bravo "la progresiva complejidad de las relaciones jurídicas determina un mayor nivel de conflictividad" a lo que se une que la mayor confianza en las instituciones democráticas provoca el que el ciudadano acuda con más frecuencia a los órganos jurisdiccionales.
Paradoja de la Justicia
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"Nunca habían acudido tantas personas a los tribunales y, al mismo tiempo, nunca había sido tan negativa la opinión que el ciudadano tiene de la Administración de Justicia", indicó la portavoz, para añadir que la gran desventaja de este poder es que es incapaz de reaccionar ante las críticas a su gestión "seas las que fueren, tengan o no fundamento".
Bravo lamentó que, de forma habitual, jueces y magistrados "son etiquetados y señalados por uno u otro medio de comunicación como esclavos de una determinada adscripción ideológica. "En los supuestos de mayor trascendencia social o política, primero se les advierte públicamente de lo que deben de hacer, y si hacen algo distinto se exponen al escarnio personal y profesional", se quejó.
Criticó asimismo que las sentencias sean analizadas en los medios "conforme a los propios intereses del autor", y que en muchas ocasiones la información e mezcle con juicios de valor "absolutamente indocumentados, pero arropados por la lógica aplastante del 'sentido común de la justicia', según la entienda el comentarista de turno".
Se genera así, según Bravo, un "círculo perverso" en el que el esfuerzo por mejorar "se ahoga en una opinión pública que sigue alimentándose de los errores judiciales", a los que se refirió como "escasos", mientras por su parte los jueces "no se sienten reconocidos por la sociedad como servidores justos de los ciudadanos".
Reformas aún insuficientes
A lo largo de su discurso la portavoz del órgano de gobierno de los jueces insistió en que, tras treinta años de vigencia de la Constitución, se puede afirmar que las reformas que se han realizado en el ámbito de la Justicia "aún meritorias, han sido insuficientes".
Por ello, advirtió en que "invertir en un modelo anacrónico sería desinvertir" y apostó por superar el actual sistema de organización judicial.
"En 1988, cuando se aprobó la vigente ley de planta y demarcación, la población de España se situaba alrededor de los 39 millones de habitantes, hoy superamos los 46", apuntó la portavoz del Poder Judicial, para añadir que "resulta urgente ampliar y reordenar la distribución de los órganos judiciales con el fin de ajustarse a los cambios y a las nuevas necesidades".
Otro tema aludido por Bravo durante su discurso fue el de la desjudicialización, y en este punto indicó que "sería muy oportuno, en aras a la eficacia, sin arrinconar garantías, incorporar otras alternativas de resolución de conflictos", tales como la mediación y la suspensión judicial.
Respecto a la labor del CGPJ, indicó que los vocales no son meros observadores de los cambios. "Somos actores, pero no actores protagonistas, porque el protagonismo del poder Judicial corresponde a cada uno de los jueces y tribunales, en el ejercicio de su jurisdicción", si bien e este órgano tiene una posición privilegiada para liderar e impulsar las reformas.
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