El rumor ya toma fuerza, pero De la Vega desmiente los presuntos roces con Salgado

Tras el último 'desastre comunicativo' del Gobierno, el anuncio y contra-anuncio en horas sobre la congelación salarial de los funcionarios, la impresión generalizada es que el Gobierno es como una olla a presión sin válvula de escape y, por tanto, a punto de explotar. Tal es la situación política interna, y tal es la presión que metes desde fuera el comportamiento de los mercados y la oposición del principal partido de la oposición, que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha tenido que actuar este viernes de auténtica 'bombera' para achicar tanta agua.

Primero, para desmentir el rumor sobre que las relaciones entre ella misma y la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, están al borde del colapso: "Me gustaría dejar bien claro que la relación entre la vicepresidenta Salgado y yo es buena; no sólo es buena, es muy buena desde hace muchos años, de forma personal y políticamente, que quede claro".




¿Dimisión de Ocaña?: “No tengo constancia”

 Luego, para echar balones fuera cuando se le ha preguntado directamente sobre si el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, un hombre de Pedro Solbes que 'heredó' Salgado en el Ministerio, había presentado la dimisión -o había dicho que iba a hacerlo- por todo el rifirrafe sobre la supuesta congelación salarial de los funcionarios. La respuesta no ha sido de lo más edificante: "No tengo constancia". ¿Cómo interpretar esa escueta respuesta?

Más tarde, para desmentir tajantemente que el cese de la hasta hoy secretaria de Estado de la Función Pública, Carmen Gomis, y su relevo por Consuelo Rumí -hasta ahora secretaria de Estado de Inmigración- tenga tampoco nada que ver con tanto desbarajuste gubernamental con los funcionarios: "Deja el puesto por razones estrictamente personales… no hay ninguna otra razón". Aquí sí fue tajante De la Vega, no como con los rumores sobre Ocaña.

Luego, para intentar poner orden -comunicativamente hablando- en relación a la suma de errores en comunicación -principalmente económica- que se están sucediendo en los últimos tiempos. "Siempre se pueden hacer las cosas mejor", pero desde el Gobierno "nos esforzamos en transmitir los acuerdos de la mejor manera posible".


No se tocarán las retribuciones de los funcionarios

Y, finalmente, para tranquilizar a los funcionarios y sindicatos sobre que no se les tocará el sueldo: "No se ha abordado en ningún momento en el Gobierno tocar las retribuciones de los funcionarios", dijo, aunque reconoció que se ha generado una cierta "confusión", ya que en el marco del plan austeridad del Gobierno "decidimos trabajar en un plazo de cuatro años para reducir los gastos del Capítulo 1, el de gastos de personal, de la función pública".

Ahora bien, según la vicepresidenta primera, ya Elena Salgado ha ofrecido explicaciones sobre este asunto, y recordó que el gobierno y los sindicatos firmaron el pasado 24 de septiembre un acuerdo para la función pública "que se va a cumplir", porque "lo que firma el Gobierno se cumple, que no le quepa duda a nadie. Eso lo sabemos todos los miembros del Gobierno, que trabajamos en la misma dirección".

Es decir, que se cumplirán los términos acordados, según los cuales el Gobierno no va a congelar ni mucho menos reducir el sueldo a los funcionarios, al menos en dos años. Ahora bien, eso es compatible con los planes de reducción del 4 % en el Capítulo 1 para reducir el déficit en un plazo de cuatro años. Todo un galimatías.


La Comisión del 'tridente socialista'

Y a todo esto, a De la Vega le ha tocado responder sobre el mal comienzo -según algunos- de las reuniones de la Comisión creada para negociar un acuerdo de Estado en materia económica. A este respecto, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha sido especialmente crítico este viernes en Ciudad Real, donde ha dicho que a Rodríguez Zapatero le falta coraje para afrontar un auténtico cambio en política económica, lo que augura escasos resultados en la Comisión que copresiden Salgado-Blanco-Sebastián.

En relación a este tema, tras las reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta se ha mostrado más bien tolerante y ha alabado la "actitud y voluntad constructiva" de los grupos parlamentarios. Es de suponer que de 'todos' los grupos parlamentarios. "Prefiero quedarme con la voluntad de acudir a la reunión, de sentarse y de sumar propuestas para alcanzar un pacto básico en los cuatro temas económicos propuestos por el Gobierno", dijo De la Vega como toda respuesta a las críticas de Rajoy. "Hay determinados comentarios que lo mejor es no tenerlos en cuenta", concluyó.



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