El otro debate tuvo lugar

Desde el pasado 22 de abril  la seducción del electorado centrista se impuso como tema de la segunda parte de esta campaña electoral.  Sarkozy anunció uno tras otro los diputados de la UDF que le han dado su apoyo, aunque  cabe preguntarse si esa anterior legislatura es representativa del 18% de votos que tuvo el centrista Francois Bayrou en esta elección presidencial.  Segolene Royal por su parte propuso un debate público al candidato centrista ante las cámaras de  televisión.  Debate que al cabo de múltiples peripecias y presiones ha tenido lugar,  retrasmitido por BFM TV y la emisora de radio RMC.

    Favorito de esta elección con 31% de votos en la primera vuelta, Nicolas Sarkozy ha rechazado el debate público con Bayrou, y ha hecho todo lo posible para que el debate entre Royal y el tercer clasificado no tuviera lugar, argumentando que la segunda vuelta se juega proyecto contra proyecto entre los dos finalistas.  Su razonamiento corresponde en efecto a la “lógica” del escrutinio presidencial francés.   Pero esa lógica se ha visto alterada en esta elección  2007 por un hecho nuevo e inédito en Francia.   Hasta ahora  el voto util funcionaba siempre en cada campo: izquierda o derecha.  Los no clasificados  se desistian por el candidato finalista de derechas o de izquierdas.  Así fué en el pasado,  el voto util funcionó entre UDF y UMP  (gaullistas, liberales y centristas), como también  del otro lado hubo el desistimiento de comunistas,  ecologistas o izquierdistas.

   Lo nuevo en esta ocasión es que la derecha tradicional, tiene ahora un candidato que acaba de llamar a la fundación de un nuevo partido democrata, con 18% de sufragios y se niega a llamar a votar por Nicolas Sarkozy, candidato de la mayoria  saliente, ni por Segolene royal.   Esa novedad y el reducido voto de la antigua izquierda plural (comunistas y ecologistas)  legitimiza la actitud de la candidata socialista al proponer un debate abierto a Bayrou para atraer el 6 de mayo a ese electorado  centrista que se ha pronunció clara y abiertamente contra el estilo y el proyecto de  Sarkozy.

   Sarkozy que reprocha a  Royal el apoyo de la extrema izquierda extraparlamentaria, ha llegado finalista por su parte con los votos antieuropeos del electorado de Le Pen, y el propio Philipe De Villiers enemigo declarado de Maastricht, le apoyará en la segunda ronda. Contradicciones no cabe duda de que hay de uno y otro lado.  Precisamente es el tema de la construcción europea el mas ausente de esta campaña electoral, pues ambos finalistas tienen el apoyo de partidarios y adversarios de la Constitución europea.

    Francois Bayrou ha denunciado los métodos de intimidación de Sarkozy al intentar  impedir su debate con Royal.  “Métodos - ha dicho- que prefiguran lo que hará cuando sea elegido presidente”.  Ante los ataques repetidos de socialistas y centristas  que advierten del riesgo de una “Berlusconización” de la sociedad francesa  bajo Sarkozy, el candidato de la UMP ha cedido finalmente,  proclamandose “víctima”  de insultos e injurias. No obstante el debate Bayrou-Segolene tuvo lugar a una hora de poca audiencia y en una TV tan confidencial como BFM TV.

    Como era de suponer no ha habido acuerdo ninguno entre la socialista y “el tercer hombre” en ese  debate, sino solo una convergencia de puntos de vista sobre la necesaria transformación de las  instituciones republicanas. Su encuentro ha sido un simbólico  diálogo constructivo entre socialistas y centristas, mas allá de la siempre tradicional frontera entre derecha e izquierda.  Frente al estilo de cacique intransigente,  seguro de su fuerza y de su victoria,  de Nicolas Sarkozy,  Segolene Royal ha tendido la mano en público al electorado de Francois Bayrou.  No es seguro  que sea suficiente para atraer su voto, que según las encuestas oscila entre el 60%   a favor de Royal  y 40” para Sarkozy.