Conseguir la exclusión de la lista del GAFI

Ni asumir una postura falsa de indiferencia o desconocer la resolución del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ni restarle validez moral o endilgar la resolución a presuntas formas de acción imperialista sirven para evitar las consecuencias negativas de que el Ecuador aparezca en la lista de ese organismo entre los países que no colaboran contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Entre esas consecuencias, se hallan bloqueos o el encarecimiento de líneas de crédito y la desconfianza hacia el país del lado de inversionistas y agentes financieros.

Tampoco constituye solución, como ha anunciado el canciller Ricardo Patiño, el pedido a la Procuraduría del Estado que se retire del GAFI. Solo una actitud infantil cree que, con cerrar los ojos ante los problemas, estos dejan de existir.

Más coherente es la actitud del procurador Diego García, que expone razones e interpone acciones para pedir que se excluya al Ecuador de aquella lista.

Además, restar importancia a lo que diga o deje de decir el GAFI es inconsistente con el apoyo que el país consiguió en México de los integrantes del Grupo de Río, a pesar de que la coherencia se resienta frente a los respaldos de México, el Brasil y la Argentina, cuyos representantes dieron antes su espaldarazo a la lista del GAFI. Es pertinente, pues, que el procurador del Estado pida explicaciones al Gafisud, que representa a los países sudamericanos, sobre las razones para apoyar el informe.

Se ha vinculado la inclusión en la lista del GAFI a los acuerdos financieros del Banco Central con el Banco de Desarrollo y Exportaciones de Irán, entidad bajo sospecha por supuesto encubrimiento para financiar proyectos de energía nuclear en ese país, vetados por la ONU. Frente a ello, tampoco convence esgrimir razones de soberanía cuando se halla de por medio una resolución de la comunidad internacional.