La citada Junta Islámica pidió en un comunicado que "tanto los musulmanes como los encargados de la seguridad del templo deberían evitar llegar a este tipo de situaciones en cualquier sitio y, más aún, en un lugar sagrado".
Asimismo, explicó que "las diferencias en la denominación o en las formas de culto no deberían ser un impedimento para que en un lugar tan singular como la Mezquita-Catedral, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y en la que en ciertos periodos históricos se llevó a cabo un culto compartido, pudiera de nuevo permitirse éste".
Para la Junta Islámica, compartir reforzaría la imagen de Córdoba como lugar de encuentro y cooperación entre las diferentes confesiones, aumentaría sus posibilidades de nominación como capital cultural europea en 2016 y daría sentido a las declaraciones de ecumenismo que, en repetidas ocasiones, ha hecho la Iglesia católica.
Por otra parte, la asociación musulmana recordó que "tanto la difusión publicitaria como los medios de comunicación, al hacer referencia al templo, emplean indistintamente los términos 'Mezquita' o 'Mezquita-catedral', lo cual, para quienes no conocen la prohibición del Cabildo de realizar la oración islámica en el recinto, induce a una clara confusión".
"Es práctica habitual de los musulmanes postrarse en señal de respeto al entrar a una mezquita, por lo que no es de extrañar que un turista extranjero y musulmán así lo haga cuando entra en un lugar que institucionalmente es denominado en los diferentes soportes publicitarios, carteles, folletos o señales municipales, 'Mezquita de Córdoba' o 'Mezquita-Catedral'", matizó la Junta Islámica.
Obispado
Por su parte, el Obispado de Córdoba explica que los protagonistas del altercado, dos de los cuales han pasado la noche detenidos en dependencias policiales y están a la espera de decisiones judiciales, fueron advertidos, "como marca el protocolo de visita turística del templo catedralicio, de que no podían celebrar ningún acto de culto musulmán en dicho recinto". Por ello, "se les invitó a continuar la visita o a abandonar el templo".
Según el Obispado, los visitantes agredieron a dos de los guardias de seguridad "lo que hizo que, tras ser requeridos, tuviera que actuar la Policía Nacional para poder desalojarlos y garantizar la seguridad de las personas".
La diócesis cordobesa ha manifestado su "gratitud y solidaridad" a los dos guardias de seguridad "que en el impecable cumplimento de su deber profesional han sufrido serias lesiones físicas en sus personas".
También ha expresado su "agradecimiento a los mandos y agentes policiales que actuaron con prontitud y eficacia para evitar consecuencias mayores".
"Deploramos el daño que se puede hacer a la imagen de nuestra ciudad y a la cotidiana y pacífica convivencia de sus ciudadanos y visitantes", señala el comunicado.
El Obispado de Córdoba pide a los fieles cristianos "que recen en estos días santos, en los que contemplamos los grandes misterios de nuestra salvación, para que ninguna persona o institución legitime el uso de la violencia para ninguna causa, y afirmamos nuevamente que este incidente puntual no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica".
"Esperamos y deseamos que este tipo de incidentes no se vuelvan a producir en el futuro", concluye el comunicado.