Aunque según las apreciaciones del especialista del Banco Mundial, de materializarse una crisis de la deuda pública en España, algo que por ahora se considera improbable, las repercusiones se dejarían sentir especialmente en Iberoamérica, mercado prioritario para la banca española.
En sus últimas estimaciones económicas, el Banco Mundial ofrece datos positivos de expansión. Con previsiones revisadas al alza de que la economía global podría llegar a crecer de aquí al 2011 entre un 2,9 % y un 3,3 %. Pero la institución especializada en la ayuda financiera a países en vías de desarrollo no duda en identificar la actual crisis en Europa como una de las principales amenazas para lograr un sostenible crecimiento global a corto plazo.
El informe del Banco Mundial también resalta las consecuencias que tendría una "pérdida seria de confianza" en la deuda de naciones como España, Grecia, Portugal, Italia e Irlanda. Lo que podría traducirse en una desaceleración del crecimiento de la economía del mundo hasta llegar a un 2,4 por ciento en el 2011, provocando que los países desarrollados volvieran de nuevo a entrar en un periodo de recesión.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal reiteró sus previsiones de que la economía de Estados Unidos crezca un 3,5 % durante este año, con un "modesto" impacto de la crisis de la deuda en la zona del Euro. En uno de sus testimonios periódicos ante el Congreso, Ben Bernanke también insistió en que la autoridad monetaria americana va a mantenerse "extremadamente atenta a la evolución de la situación en el exterior y a sus eventuales efectos sobre nuestra economía".
Sin descartar que los riesgos asociados con la crisis de la deuda europea puedan exigir intervenciones adicionales por parte de la "Fed".