Esta noche en Polokwane, Sudáfrica, México derrotó al subcampeón mundial Francia, pero más allá derrotó a sus históricos fantasmas del fracaso.
Un contundente 2-0 dejo en claro que la experiencia del capitán Rafael Márquez, de Torrado, Conejo y Cuauhtémoc Blanco sirvió para arropar a una nueva generación de futbolistas mexicanos que están aprendiendo a ganar.
Javier Hernández tuvo de frente a las fallas del pasado, tuvo de frente al arquero de Francia Lloris y con una finta derrumbó mitos de nuestra selección y se hizo presente en el marcador e hizo su carta de presentación como nuevo ídolo del futbol mexicano y nuevo jugador de uno de los equipos más importantes del mundo el Manchester United.
Nuestra defensa además de ser internacional nos mostró que ya saben defender por arriba, no dejaron pasar nada Salcido, el Maza, Moreno y Osorio ponen su nombre en la historia del futbol azteca.
Giovani es el nuevo motor de los tricolores, hoy aprendió a nivel del mundo a echarse a los hombros al equipo nacional, aprendió a encarar rivales y a defender con pundonor.
Tenemos un joven atrevido, con desborde que sabe llegar al área y arriesgar, Pablo Barrera es el nuevo revulsivo, el nuevo Cabrito Arellano.
Y tenemos un técnico de decisiones firmes, que sabe como jugarles a equipos europeos, que sabe aguantar la presión de medios de comunicación y de un pueblo mexicano hambriento de triunfos, Javier Aguirre busca graduarse a nivel internacional y hoy aprobó un examen difícil, lo pasó con 10.
No deberíamos volvernos locos con una victoria que tenía que ser obligatoria si queríamos seguir jugando este mundial, no podemos colgarnos de un triunfo para olvidar todos nuestros problemas nacionales…….Pero sí, tenemos que festejar y disfrutar el ganarle a una Francia que si no jugó bien entre otras cosas por sus divisiones como equipo, no deja de ser un titán del futbol internacional, y que esta vez en base a corazón, convicción, determinación y un extraordinario futbol se tumbaron barreras y se vencieron ancestrales fantasmas.