Sacristán pedirá las mismas facilidades dadas a otras universidades para que la UVA salde su deuda millonaria con la UBU

El rector de la Universidad de Valladolid (UVA), Marcos Sacristán, pedirá para la institución académica las mismas "facilidades" brindadas al resto para gestionar sus respectivas deudas en el caso del contencioso que mantiene abierto con la Universidad de Burgos y que se traduciría en el pago de cerca de 6,3 millones por las tasas no abonadas en el curso 1994-1995.

En una entrevista concedida a Europa Press el nuevo rector de la Universidad, quien consideró "desmedida" la decisión judicial, resaltó que aunque de momento "no se sabe el importe exacto" y que se trata de una "deuda heredara", la UVA gestionará el asunto "de la mejor manera posible" e intentará que, "con la colaboración de la Junta", el tratamiento que se dé a este caso sea "similar" al brindado a la deuda que en otro plano contrajeron las demás universidades.

El objetivo radica en que la Universidad de Valladolid tenga las "mismas facilidades" que se ha dado a las otras universidades con su deuda aunque, en su opinión, este asunto debería de haberse resulto a través de un convenio a tres bandas entre las universidades y la Junta.

El fallo judicial que obliga a la Universidad de Valladolid a hacer frente a este pago, según el rector, no "ayuda" en una situación económica como la actual, en el que las necesidades en esta materia "son muchas" y pese a que las cuentas están "saneadas".

"Se van a producir recortes no sólo del capítulo I, también de otros que van a incidir en todo lo demás", auguró antes de añadir que, además de los recortes anunciados en sus complementos, se tendrán que analizar los efectos de otras deducciones en los ingresos ordinarios de la universidad "para ver qué medidas se deben tomar".

Las infraestructuras podrían sufrir también los efectos de los recortes aunque, en este sentido, Marcos Sacristán reiteró la "prioridad" que para la Institución tienen, además de las ya emprendidas en relación con la adaptación de los centros al Espacio Europeo de Educación Superior, las que afectan a los dos edificios de la Facultad de Ciencias.

El caso de Ciencias es "prioritario" no sólo por lo relacionado con el "mejor desenvolvimiento" de la docencia y la investigación de la facultad "sino también por la posterior reordenación que hubiera que hacer de los estudios de ingenierías, por ejemplo".

No obstante, precisó que en el campo de las infraestructuras "hay que matizar mucho" ya que hay obras que están en manos de la Junta y otras que dependen de los Fondos Feder o de la propia institución académica.

En el primer caso, señaló que la Institución está pendiente de las previsiones de la Junta "y al ritmo que ellos establezcan", aunque "naturalmente" se tratará de insistir "en la necesidad de que acaben de manera inmediata" y "con arreglo a los planes establecidos".

Respecto a las obras que se gestionan en la Universidad pero que dependen aún de Fondos Feder o del presupuesto de la propia universidad, la UVA está "a expensas" de las repercusiones que las restricciones del Estado en su transferencia de fondos a las comunidades puedan tener en la financiación de la institución académica.