Las empresas adjudicatarias son las mismas que propuso la Comisión Técnica que evaluó las 51 ofertas presentadas al concurso eólico: Nuevas Energías de Occidente (EDP Renovables); Cantabria Generación (Grupo Caixa Nova y Banco Gallego); Engasa, Jealsa Rianxeira y Biobas; Biocantaber (Iberdrola Renovables y Ocyener); Sniace, Banco Santander y Helium; E.ON Renovables; y Actium, ASCAN y Cleanenergy Cantabria. Cada una cuenta con una zona de las siete establecidas.
Estas empresas han presentado 16 proyectos industriales y 19 de I+D+i, que van a suponer "un antes y un después" en la región en lo que se refiere a energías renovables y producción, según ha destacado este sábado el consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota, que ha informado en rueda de prensa de la resolución definitiva sobre la preasignación de potencia y ha dado a conocer los proyectos asociados.
La asignación propiamente dicha se producirá una vez que las empresas solicitantes confirmen su aceptación y entreguen los correspondientes avales que les exige el Gobierno para asegurar el desarrollo de los proyectos industriales, proceso que durará aproximadamente un mes.
Los proyectos planteados por las empresas empezarán a tramitarse de forma inmediata y la previsión es que estén en funcionamiento en un plazo de dos a cinco años. Entre ellos figuran la construcción de plantas de biomasa forestal, de biogas, de producción de módulos solares fotovoltáicos, de reciclado de neumáticos o de microgeneración eólica, entre otros muchos.
En la selección se han primado las ofertas que minimizan el impacto ambiental y plantean parques "mucho más eficientes", y aquellas que tienen criterios de implantación de I+D+i que benefician más al tejido industrial de la región, explicó Sota.
En cuanto a la instalación de los parques eólicos, se producirá como muy pronto en el año 2013, dado que el plazo límite para presentar el 75% del proyecto es el 1 de enero de ese año. Los proyectos de instalación de parques deberán superar los controles urbanísticos, de evaluación ambiental y de información pública.
Tanto Sota como el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, han destacado la trascendencia de esta decisión, que supone para este último un "hito histórico", porque "jamás ninguna iniciativa de ningún Gobierno de Cantabria" ha inducido una inversión y un empleo de esta magnitud.
En concreto, de los más de 4.200 empleos que se generarán, 2.028 están relacionados con proyectos industriales, 297 con los de I+D+i y 1.897 con los parques. De estos últimos, 200 permanecerán para el mantenimiento de los aerogeneradores.
Ambos consejeros aseguraron que se trata de un proyecto que va a aportar mucho al futuro de Cantabria y que se va a llevar a cabo con todo "rigor" y "transparencia", además de que está pilotado por empresas "líderes" en el desarrollo de energías renovables a nivel mundial y empresas cántabras que realizan su actividad dentro y fuera de la región.
Martín reconoció que toda acción humana conlleva impacto en el medio físico, por lo que esta decisión "no estará ajena a tensiones socuiales", dijo, y generará opiniones para "todos los gustos", si bien subrayó que el "rigor" y control que se va a aplicar en materia ambiental a lo largo de todo el proceso.
Potencia y proyectos
En cuanto a los proyectos, Nuevas Energías de Occidente, que tiene asignada la llamada Zona A, con una potencia de 220 MW, plantea una planta de produccción de módulos solares fotovoltáicos, que se instalará para 50MW anuales de producción; su participación en el diseño y fabricación de prototipos de aerogenereador y una planta de reciclado de neumáticos, entre otros.
Cantabria Generación (Zona B, con 215 MW) prevé convertir el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria en uno de los motores de la economía del conocimiento y la creación de 292 empleos, fundamentalmente investigadores.
El grupo encabezado por Engasa (Zona C, 210 MW) prevé la creación de una central de biomasa forestal primaria y una planta de biogás. También plantea poner en marcha de fábrica de torres eólicas en el poligono de la Vega de Reinosa, una planta de biodiesel y una empresa dedicada a servicios medioambientales; y en I+D+i, ha presentado un proyecto sobre producción de biomasa de microalgas, entre otros.
Biocantaber (Zona D) cuenta entre sus proyectos con la puesta en marcha planta de biogás que funcionaría con residuos ganaderos; así como una planta experimental de biogás.
El proyecto industrial de Sniace, Banco Santander y Helium (Zona E, 189 MW) plantea una gran planta de ensamblaje de aerogeneradores; y el de I+D+i es de optimización de cultivos energéticos forestales, un proyecto de biorefinería, y la creación de un centro tecnológico ligado a la bioenergía, entre otros.
E.On Renovables (Zona F, 210 MW) cuenta, entre otros, con un proyecto industrial sobre mejora ambiental de refuerzo de las infraestructuras de distribución eléctrica. El de I+D+i es un programa de investigación de energías renovables en el medio marino.
Y Actium, Ascan y Cleanenergy Cantabria (Zona G, 87 MW), con un proyecto industrial de construcción de una estación de transporte de piedra caliza hasta Solva. En I+D+i, destaca un estudio sobre fallos mecanismos de fallo estructral de las torres eólicas que se van a implantar en el mar.
Criterios de selección
Sota destacó que la resolución del concurso eólico cumple todos los objetivos planteados por el Gobierno, como que la región genere su propia energía de forma limpia y respetando el alto valor de los recursos naturales, paisajísticos y urbanísticos; atraer a Cantabria a empresas líderes del sector y dar la oportunidad a las empresas cántabras de afrontar nuevos proyectos vinculados al desarrollo de esta energía; poner en marcha proyectos industriales de inversión privada y de I+D+i, y generar puestos de trabajo vinculados a ellos.
Señaló que los criterios de selección se han basado en la eficiencia energética del aprovechamiento eólico, valorándose que se empleen datos de vientro reales mejor que supuestos; la minimización ambiental, en cuanto a protección del hábitat y del medio humano; el nivel y la viabilidad tecnológica de las instalaciones de los parques; la estructura y viabilidad económico-financiera de la solicitud y su impacto socioeconómico, y el plan de I+D+i.