Don José vuelve a ser Pepiño Blanco
miércoles 13 de octubre de 2010, 22:22h
Si no llega a ser por el alcalde Javier León de la Riva, el ministro de Fomento, José Blanco, se hubiese ido de “rositas” en su anterior visita a Valladolid. El alcalde vallisoletano no le dejó pasar su reto y le llamó a bocajarro impresentable.
El ministro se fue creciendo en su visita a los túneles de Peña Rayada y en una actitud chulesca retó al consejero de Fomento, Antonio Silván, a comparar inversiones. El gallego (que aspira a ser candidato a la Xunta porque de suceder a Zapatero, ni hablamos) confundió lo institucional con un acto de partido y volvió a ser aquel político sectario y odioso que regía la Secretaría de Organización del PSOE. En unos minutos echó por la borda el lavado de imagen que adquirió con su llegada al Ministerio.
Blanco, con su comportamiento, logró que, salvo Antonio Silván, ningún político del PP acudiese a acompañar al presidente Rodríguez Zapatero en la inauguración de la nueva Terminal del aeropuerto de León. Bueno, tampoco fue el alcalde de la capital leonesa, el socialista Francisco Fernández, liado en uno de sus ya numerosos y secretos viajes de ultramar.
De vuelta de Alemania, el alcalde León de la Riva volverá a verse las caras con el ministro de Fomento. La excusa, la inauguración de poco más de dos kilómetros en la Ronda Exterior de Valladolid, puede servir para demostrar que los políticos tienen altura de miras y sirven para algo o, por el contrario, para dar la razón a la encuesta del CIS : “que son nuestro tercer gran problema”.