La única diferencia es que en vez de emitir CO2 en el lugar donde circule, va a contaminar en el lugar donde se genere la energía -una central térmica por ejemplo-.
Fuentes de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Cantabria han asegurado a este periódico que, aunque la contaminación del Segway -así se denomina el invento- no se produzca en el lugar donde se usa, el consumo eléctrico derivado de la carga de la batería supondrá una emisión de CO2 a la atmósfera y por persona, equiparable a la que provoca un coche y mucho mayor que la de un autobús municipal o un tren.
Los cálculos se basan en datos recabados en la propia página web de la empresa que tiene la exclusiva de la explotación de la marca Segway en España. Así, en www.segway.es, se especifica que un ciclo de carga completo de la batería dura entre ocho y diez horas, con lo que a 10 céntimos por Kilowatio/hora -estimación que hace la empresa del precio-, sería equivalente a comprar un periódico (entre 80 céntimos de euro y un euro) y consumiría una cantidad de energía de 10 KW-h.
Las mismas fuentes aseguran que, 1KW/h de gasto eléctrico supone una emisión media a la atmósfera de 0,51 Kg de CO2 . Si la carga de la batería necesita 10 KW, cada ciclo completo de recarga, necesario para el funcionamiento del monopatín, supone una emisión a la atmósfer de 5,1Kg de CO2.
Como quiera que los modelos que se van a alquilar tienen una autonomía de entre 24 y 39 Kilómetros por carga de batería, si tomamos una distancia media de ese intervalo -32 Kilometros-, resulta que por cada kilómetro de recorrido del monopatín eléctrico, se habrá emitido a la atmósfera 160 gramos de CO2 (resultado de dividir los 5,1Kg que contamina la carga completa de la batería entre los 32 kilometros de autonomía del monopatín). Un poco más de lo que se calcula que emite un coche, 150 gramos por kilómetro.
Valga como muestra de la preocupación existente por el tema de las emisiones en grandes organizaciones internacionales, que la Comisión Europea ha decidido aplicar un planteamiento integrado para alcanzar el objetivo de la UE de 120 g de CO2/km como media para el nuevo parque de vehículos hasta el año 2012.
Según las fuentes consultadas, el cálculo de lo que contaminan los distintos modelos de transporte, está promediado en función del número de usuarios que lo utilizan, de ahí que un autobús contamine muchísimo menos que un coche, tan sólo 30 gramos. La estimación de lo que contamina el transporte por ferrocarril es de 35 gramos de CO2, mientras que el transporte aéreo es mayor que todas las anteriores, llegando a los 180 gramos de CO2, un poco más que el segway.
Preguntado por la información que hoy publica Cantabria Confidencial, el gerente de la empresa Planea Santander S.L., Ignacio Bartolomé, aseguró que "es falso" que el Segway sea altamente contaminante y que la prueba de ello es que en muchas administraciones de distintas comunidades autónomas se está empezando a utilizar de forma frecuente "sobre todo en espacios de de especial protección de la naturaleza como playas o parques naturales, pero también la policía de varias ciudades."
De hecho la página del segway en español www.segway.es, tiene un apartado en el que presume de ser un transporte ecológico y propone prácticamente la eliminación del automóvil. Afirma que "si el consumo anual de combustible de los automóviles de los EE.UU. se redujera en 8,59 miles de millones al año, eso se traduciría en una inmensa reducción de emisiones de los vehículos. Esto incluye 364,5 toneladas métricas de hidrocarburos, 55.647 toneladas métricas menos de CO2, 2.794 toneladas métricas menos de CO y 23,56 miles de millones de litros menos de gasolina sin combustir. Aún más, creemos que esto es un cálculo conservador, basado en el hecho de que cada 1% de reducción en kilómetros urbanos conducidos tiene como resultado una reducción del 2% al 4% en emisiones de vehículos debido a la naturaleza ineficaz de la conducción urbana."
Convenio con el Ayuntamiento
Cantabria Confidencial se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento y con los responsables de la empresa para conocer los detalles del convenio firmado en febrero, pero ninguna de las partes ha querido facilitar el documento.
El gerente de Planea Santander, Ignacio Bartolomé, si que ha querido explicar a este periódico que "ni el Ayuntamiento les paga, ni la empresa paga al Ayuntamiento". Según Bartolomé, el convenio fija una serie de derechos y obligaciones para la empresa. Entre los derechos está el permiso de circulación de los monopatines por toda la ciudad y el de la contraprestación al uso privado -cobrar por usar el monopatín eléctrico- en la Península de la Magdalena y otros itinerarios alternativos.
El 5 de febrero, en el transcurso de la rueda de prensa de presentación del convenio entre el Ayuntamiento de Santander y Planea Santander, Iniñigo de La Serna citó como objetivo fundamental de la inciativa "presevar el medio ambiente de la ciudad, incidir en la necesidad de utilizar transportes más sostenibles y crear una red de educación ambiental".
Como única obligación derivada de la firma del convenio, Planea Santander ha hecho constar que la empresa se compromete a organizar rutas "ecológicas" con grupos de escolares y discapacitados "un par de veces al mes", en Santander y otros puntos de la región.
Un informe municipal de la concejalía de empleo, publicado en su día en Cantabria Confidencial, revelaba que el Ayuntamiento enmarcaba el convenio dentro de la Agenda XXI. A su vez, el informe aprobado en la Junta de Gobierno, decía que el convenio está orientado a la implantación de "nuevos modelos de accesibilidad y movilidad urbana" y con el fin de crear una "red de itinerarios para el uso de modelos alternativos de medios de transporte". Establecía además que este servicio entrara en funcionamiento en el mes de abril y se desarrollara hasta el año 2016.
"Sospechoso" convenio según los socialistas
La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Ana Rozas, preguntó el 11 de abril a Iñigo de la Serna sobre la “sospechosa” concesión del servicio de patines eléctricos, adjudicado a una empresa creada tan sólo doce días antes del acuerdo. Rozas esperó entonces que el concejal De la Serna explicara públicamente las circunstancias que rodean esta operación. De la Serna guarda un escrupuloso silencio sobre este tema desde su aparición pública del 5 de febrero
Ana Rozas, en un comunicado, dijo que se trata de una empresa que, al parecer, “se había constituido doce días antes de la concesión. Concretamente el 24 de enero, con el objeto social preciso de explotar la concesión que pocos días después de creada le fue otorgada por decisión del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Santander”.
El PSOE confirma además la existencia de un informe municipal que “valora positivamente la oferta de Planea y que fue firmado por el Jefe del Servicio de la concejalía de Empleo. En él se califica a la empresa de capaz para desarrollar la concesión".
Para Ana Rozas el informe es sospechoso porque "la capacidad de la empresa es constatada por el funcionario dos días antes de que la empresa Planea se constituya. Es decir, que avaló la capacidad de una empresa que aún no existía".
En opinión de Rozas, el proceso de adjudicación directo –sin publicidad y sin concurso- “ya resulta cuanto menos sospechoso, y para colmo, no parece razonable constituir una empresa sólo doce días antes de serle adjudicado un contrato".
“Da la sensación de que dicha empresa se ha constituido con la única finalidad de firmar un contrato de diez años con el Ayuntamiento de Santander”, concluyó la portavoz del Grupo Municipal Socialista.
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