¿Se ha abierto la veda contra la Junta y el PP?

La pregunta se la han hecho varios directivos del partido que detenta la Junta, y parece que algo de eso hay. Ningún medio lo hace con descaro, pero algunos articulistas se han soltado la melena en los últimos días.  Algunos ejemplos: Jesús Salamanca Alonso ha escrito dos artículos en El Mundo de Valladolid (9 y 19 de octubre)  en los que no trata con mucho respeto al presidente Herrera por la Educación. “La figura de Herrera –escribe- se ennegrece y difumina por falta de equipos de trabajo; él sabe que la Comunidad se le ha ido de las manos…”. “Herrera es incapaz de defender la Comunidad, porque no cree en ella…” Otra perla contra el presidente de la Junta de este articulista de última página dice que “hace tiempo que muchos hemos dejado de creer en Herrera Campo; incluso dudan muchos de cuantos le rodean a diario”.

El director del Diario de Burgos, en la carta del director  del domingo 10, se refería a los fallos clamorosos que ha cometido la  Junta a la hora de trasladar a la opinión pública toda la ingente labor que se está haciendo en el nuevo hospital (de Burgos)…clamoroso error de comunicación que ni el PP ni el Ayuntamiento han ayudado a solucionar.

Y con la comunicación también se mete el articulista Luis Miguel de Dios, en su pieza de 10 de octubre en los diarios de Promecal, a propósito de las declaraciones del ministro Blanco en un acto institucional y no de partido. Pide a sus lectores que revisen las intervenciones del portavoz de la Junta. “Dedica minutos y minutos a sacudir castañazos al Ejecutivo central sin que nadie pueda contestar, puntualizar o discutir”. Y se pregunta: ¿No es ése también un acto institucional destinado, sobre todo, a informar de las decisiones de la Junta?

No podemos dejar en el tintero la columna de Ignacio Fernández en El Día de Valladolid, en la que arremete con saña contra la presidenta del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco, diciendo, entre otras lindezas, que tiene maneras de sargento chusquero y que está obsesionada con los atributos masculinos.

No les falta razón a estos directivos populares cuando dicen que el primer trueno ha retumbado en algunos periódicos y los nubarrones amenazan con extenderse.