El año de la Juventud

El 18 de diciembre de 2009, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución 64/134, proclamando el Año Internacional de la Juventud “diálogo y el entendimiento mutuo”, que comenzó a partir del 12 de agosto de 2010.

Si bien esto reflejaría una decisión política a nivel mundial de prestar atención a los problemas y necesidades de las juventudes del mundo, responde mas a una presión existente por parte de ONGs, que cada vez tienen mayor representatividad y peso dentro de los ámbitos de decisión. En general, las decisiones políticas del la ONU, se acompañan con acciones y financiación, ambas han sido muy escasas debido a la crisis económica mundial, lo que transforma a esta resolución en un acto reivindicativo en lugar de ser una acción destinada a solucionar problemas específicos.

Ésta reivindicación es quizás mucho mas importante que una decisión política real de la ONU , solo basta analizar los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” (que surgen de la “Asamblea del Milenio” efectuada en septiembre del año 2000), para darse cuenta que este organismo mucho propone pero poco dispone. El hecho de tener que reconocer el papel transformador que la juventud está cumpliendo luego del estrepitoso fracaso de los modelos existentes, no es menor, y es un logro específico de los movimientos juveniles.

Este sería el año de la juventud aunque no lo proclamara la ONU, las juventudes del mundo van ganando espacios y ocupando ámbitos importantes de decisión y, como en todo proceso social, hay gobiernos que acompañan y otros que deducen una amenaza e intentan encapsular el fenómeno y manipularlo. El hecho es que el fracaso de los modelos convencionales conlleva a que el mundo requiera una dosis importante de creatividad, espontaneidad y frescura ideológica que son características que poseen los jóvenes, es indudable que la solución a las problemáticas fundamentales que padece el mundo de hoy, está en sus manos.

En éste contexto, la Asociación de Jóvenes Descendientes de Españoles de la República Argentina, ha sabido desenvolverse y crecer en todos los aspectos, indudablemente no hubiera sido posible sin la inteligencia que el Gobierno de España ha demostrado tener para desarrollar acciones destinadas a los jóvenes españoles que residen en el exterior, esto denota una lectura correcta de la realidad y como consecuencia, una política efectiva. Los resultados que hoy demuestra AJDERA, resumen una situación social novedosa y un acierto político, proyectando para un futuro próximo una nueva visión de la colectividad española de la Argentina, que renueva los lazos entre ambos países y traduce a un lenguaje actual el legado que los emigrantes españoles trajeron a éste país; y es apenas la punta del iceberg, la potencialidad que encierra este movimiento es inmensamente mayor que los resultados alcanzados y comprende aspectos estratégicos para el desarrollo de ambos países, procurando mayores entendimientos y mejores intercambios y acciones conjuntas.

Seguramente el próximo año seguirá siendo el año de la juventud, y quizás muchos mas también, es necesario que así sea y que los gobiernos sepan comprender este fenómeno como algo positivo, el aumento de la participación política de los jóvenes encierra un compromiso con la realidad que no se demostraba hace muchos años y, seguramente para muchos será amenazante, evidentemente quienes son responsables de los desastres que a todos los niveles produjo el modelo neoliberal, no estarán dispuestos a que un grupo de jovencitos les canten las cuarenta, seguramente intentarán deslucir, esconder o manipular este fenómeno entreteniendo a los jóvenes con actividades lúdicas o recreativas, sin entender que hoy la demanda es mas profunda, los resultados están a la vista.

Gustavo Fernández
Ex presidente de la Asociación de Jóvenes Descendientes de Españoles (AJDERA)