El plan B mencionado para seguir adelante con su ley, que busca cerrar webs que faciliten la descarga de contenidos protegidos por derechos de autor, es presentar ahora la iniciativa legislativa algo
suavizada en el Senado, donde pretende 'seducir' a CiU, cediendo en algunos puntos. En la Cámara Alta necesitará de estos apoyos para sortear al PP, que tiene un gran peso.
Pero más allá de estos planes,
Sinde sigue acaparando duras críticas, que piden su dimisión. La ministra ha afirmado que no tiene pensado hacerlo, incluso protagonizando un áspero incidente con la prensa ante este tipo de preguntas, algo que ya
recogimos ayer miércoles en nuestro periódico.
Sinde se cubrió en la potestad que tiene el presidente del Gobierno para cesar ministros, recordando que ella hace su trabajo. Pero la parte más negativa ha sido su salida de madre con otras declaraciones algo más airadas. El diario
'El Mundo' recoge el hecho de que la ministra está "amargada" y que se quejó de que los artistas no la hayan apoyado públicamente, algo que en realidad sí que ha sucedido, lo que evidencia su desesperación.
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Incluso citó el caso de una cantante muy popular en Reino Unido y el resto del mundo,
Lily Allen (ver foto junto a estas líneas), una artista algo ligada a los escándalos y que para nada ha hecho algo diferente a lo que otros cantantes y grupos en nuestro país, aunque sí es cierto que es una referencia internacional en la
lucha contra la piratería en el mundo musical.
Y los artistas, ¿qué?
Además, coincidía con la llamada desesperada de los creadores, quienes clamaron el miércoles por el rechazo de la norma por parte de todos los partidos excepto el PSOE. Por ejemplo, el escritor Javier Marías arremetió contra los políticos, a los que llamó "cobardes y desaprensivos". Por su parte, el productor Agustín Almodóvar denunció "una quiebra del Estado de derecho". Aunque quien estuvo más beligerante fue Alejandro Sanz. El cantante de pop llamó "cobardes e hipócritas" a los parlamentarios.
Por otro lado, la Policía Nacional detuvo ayer a dos propietarios de web de descargas de estrenos cinematográficos que dirigían los principales grupos de screeners de Andalucía y la Comunidad Valenciana, y que podrían haber copiado este año más de cien películas.
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