Lo peor después de la tregua es que Zapatero necesita un doctor House que de con el tratamiento adecuado para acabar con el síndrome de Estocolmo que padece desde el inicio del “proceso” de paz. Ha sido tal su implicación personal que parece prisionero de los sueños de un visionario, tal y como apareció el día después de la catástrofe de la T-4. En vez de decir alto y claro eso que esperan los ciudadanos, “¡Vamos a por ellos!”, ha preferido parafrasear a Salvador Allende, “Más pronto que tarde...”, para anunciar que llegará la paz. La afición pide que vuelva a salir Rubalcaba, como entonces, que le entiende todo el mundo y es el mejor portavoz de lo que tiene que hacer y que va a hacer el Gobierno: ir a por ellos, a por los etarras, decir que son perros rabiosos con espumarajos en la boca y los colmillos afilados buscando sangre...
Lo peor después de la tregua es que Rajoy trata a Zapatero como si fuera más enemigo que ETA, a la que no le dedica ni una línea de reprobación cuando se pone institucional, en tanto que solo tiene reproches para el presidente del Gobierno, que es quien tiene que hacer frente a la barbarie que se avecina. Muy duro desde el punto de vista humano y político, viniendo como viene de alguien que sabe por experiencia propia lo que se siente cuando estas ahí, al frente de las fuerzas de Seguridad del Estado y entonces suena el teléfono de tu despacho y te comunican que ha habido un atentado y que hay víctimas...
Lo peor después de la tregua es que van a estar crecidos parlamentarios tan poco escrupulosos en la oposición como Zaplana, Acebes, Astarloa, Del Burgo, que tan bien han servido para mantener a ETA en la vida política todos los días cuando no había atentados...
Lo peor después de la tregua es que ya hay quien se estará preparando en la AVT para montar la enésima manifestación contra el Gobierno en cuanto se escuche la primera detonación de las pistolas o la explosión del Titadyne, esta vez sí Titadyne, que no en el 11M, pero ¿qué más les dá...?
Lo peor después de la tregua es que ya da igual que pongan fecha a la próxima entrevista entre Rajoy y Zapatero, que ya sabemos como acabará. ¿No podrían evitarnos la cita que solo servirá para otra escenificación de la bronca...?
Lo peor después de la tregua es que los medios vamos a seguir ocupando espacio con las bravatas de Otegi, como si fuera el intérprete civilizado y necesario de la izquierda abertzale pacífica. Habrá carreras detrás de él en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo y a muchos nos les dará ni corte aventurar que pasará con el “proceso” si le meten en la cárcel...
Lo peor después de la tregua es que estamos igual que antes: seguimos sin acabar con ETA, sin saber como hacerlo y además se ha convertido el terrorismo no en cuestión de Estado sino en materia de batalla partidista. Con todo, por muy ingenuo que fuera el Gobierno, por muy cainita que resultara la oposición o por muy hipócrita que siga siendo Batasuna era mejor, mucho mejor estar en tregua. Me temo que va a ser así...