Las razones por las que el PSOE no quiere a López

Los socialistas lo ocultaban antes en una especie de nebulosa, pero ahora ya es explícito: el Partido Socialista, y mucho menos el Gobierno de Zapatero, no quiere al juez de la Audiencia Nacional Enrique López en el Tribunal Constitucional. Y ésa, y no otra, es la razón por la que socialistas y populares no consiguen una acuerdo para nombrar los magistrados del Tribunal Constitucional cuya renovación depende del cupo del Congreso de los Diputados.

A Enrique López no le quiere el PSOE, y el PP –más concretamente, las autonomías gobernadas por los populares- insisten en proponerle como candidato. Las explicaciones que dan los socialistas para no apoyar a López son, en realidad, una especie de ‘tirar balones’ fuera para no explicitar las verdaderas razones. Por ejemplo, así se evade Rubalcaba: “Cuando gobierna el PSOE siempre hay problema para renovar los órganos institucionales y cuando gobierna el PP nunca hay problema”. O, lo que es lo mismo, que “el funcionamiento institucional, cuando no es correcto, daña más al gobierno que a la oposición, eso es verdad, pero a quien daña siempre es al país”.

Es decir, que sacan a pasear el ‘bien del país’ para no explicar un veto que sólo tiene una razón: en el Partido Socialista temen que Enrique López, un joven juez ‘demasiado brillante’ –‘liante’, dicen en el PSOE- les mangonee el Constitucional como ya hizo en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuando ejerció como portavoz del sector conservador en el anterior ejercicio. López se maneja muy bien entre despachos y para el PSOE resulta un enemigo demasiado imbatible como para colocarlo en un puesto clave como el Constitucional.

Así que, la renovación completa del Constitucional no se efectuará hasta dentro de unos meses, cuando López, irrefutablemente ya, reúna todos los requisitos para el cargo –tales como años de permanencia en la carrera judicial-, porque los socialistas no le reconocen los años que López estuvo en el CGPJ. La razón, por tanto, es que a López le tienen demasiado miedo.