Obliga crisis a crear nuevos esquemas en mercado arte, afirman en Instituto Cervantes

La crisis económica obliga al sector del arte contemporáneo a buscar nuevos esquemas de cooperación, asociación y organización, coincidieron representantes de esta actividad cultural de España y Alemania. En la mesa “Arte+Crisis, organizado por el Instituto Cervantes y el Instituto Goethe, en el marco de la XXX Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCOmadrid), los especialistas destacaron los cambios surgidos en los últimos tres años en el sector. La directora de la asociación de museos de Colonia, Anja Nathan-Dorn; el comisario de arte español Javier Duero y el coleccionista Jordi Pujol, señalaron que no todas las consecuencias han sido negativas. La representante alemana, expuso que para su institución la crisis ha significado un impacto estructural por la reducción de los patrocinios y la reducción del dinero público para estas entidades, lo que le ha obligado a recurrir a los ciudadanos. Indicó que se han buscado donaciones directas de los ciudadanos, y eso “supone una mayor autenticidad hacia la comunidad a la que ofrecen arte”. Explicó que ahora el principal reto es pasar a la comercialización con las actividades artísticas.

En el caso alemán, consideró positivo que haya una estructura pública federal que haga que las ventanas de financiamiento y apoyo público no sean sólo de una instancia de gobierno. Refirió que otra consecuencia de la crisis económica, es que hay menos dinero para actividades de arte debido a que muchos patrocinadores se dirigen a otras áreas, al considerar que en tiempos de dificultad una exposición sólo beneficia a coleccionistas. El comisario y promotor de arte contemporáneo, Javier Duero explicó que en España una de las principales consecuencias de la crisis es que ha generado una mayor unidad de todos los participantes del sector, tanto públicos como privados. No obstante, aseguró que son urgentes algunas medidas como un Pacto de Estado para vertebrar la cultura en el Estado español y no mantenerla dividida por gobierno central y comunidades autónomas; mayor difusión internacional, y establecer un IVA especial para el arte. Asimismo, afinar la Ley de Mecenazgo que se prepara para que haya un mayor reconocimiento a los coleccionistas y se estimule la entrada de dinero privado.Duero explicó que la crisis económica le obligó a cambiar su modelo de negocio, y pasó de ser un agente independiente a trabajar con un equipo con estructura horizontal y acercarse más a las instituciones. “A pesar de lo complejo del panorama, sí hay encargos de trabajo, y es cuestión de resistencia para poder llegar al final del proceso”, aseveró.
El coleccionista de arte Jordi Pujol aseveró que la crisis ha tenido efectos positivos para una parte de los coleccionistas, los que no son solo compradores de arte, sino que van más allá en galerías y de forma permanente. “En pleno estallido y en el momento más fuerte de la crisis, en una feria de Basilea (Suiza), vi lo mejor. Las galerías se dieron cuenta de que no todo valía y muchas piezas de artistas que no estaban a disposición del público y ahora sí las llevaron a la feria”, dijo. Consideró que la parte negativa es el que ahora los coleccionistas tienen menores ingresos de sus negocios, y hacen un mayor esfuerzo para mantenerse en su actividad. Pujol apuntó que es posible el asociacionismo entre coleccionistas y pedir ventajas, pero para ello es necesario informar lo que cada quien posee y muchos no están de acuerdo hacerlo, por lo que es un objetivo aún no cercano.