"Debe ser por el famoso artículo 33, que nadie sabe qué dice y vale para todo", comentaba con sorna uno de los asistentes a la Asamblea Popular de Arganzuela cuando una pareja de policías municipales impidió la programada sesión de cine, gratuita, al aire libre en el Parque de este barrio madrileño. Porque, nada más llegar esta pareja, respaldada por un furgón de compañeros, observando a distancia y con cara de pocos amigos, el más dialogante de los dos dijo que no se podía hacer esta sesión, porque "desde la central" les habían dicho que algunos vecinos llamaron protestando.
"¿Protestando por un acto que aún no ha empezado? Esto es surrealista y suena a falso", le respondieron varios de los asambleístas. Ante tal fallo, el policía dialogante dijo que, además, se podían dañar los árboles al colocar unas cuerdas para colgar la sábana de proyección y que, aparte, estaba prohibido por las ordenanzas. "¿Ordenanzas, qué ordenanzas, qué artículo?, le contestaron. Y el policía, apoyado por su compañero, con menos pinta de dialogar, dijo que no lo sabía, pero que era así. Aunque se comprometió en llamar a la famosa "central" para informar.
Con ironía, los vecinos que hablaban con ellos, le respondieron que era para saberlo y subsanarlo de cara a la siguiente sesión convocada el próximo sábado, añadiendo que el anterior, el 30 de julio, se desarrolló la sesión con más de 300 personas disfrutando de la misma y sin problemas. Es más, uno de ellos agregó que en la Junta Municipal le habían comentado que, aunque era obligatorio informar de esta especie de cine-fórum, no pasaba nada porque las normas en este nuevo parque no estaban muy claras.
El caso es que, mientras otros policías municipales tomaban imágenes de la gente y de la pantalla y obligaban a desmontarla -por cierto que ya habían llegado dos 'lecheras' de la Policía Nacional de apoyo en un despliegue que pareció "tan excesivo como absurdo" a los asambleístas-, el dialogante seguía sin recibir información del artículo que se vulneraba, lo que, como las contradicciones, quedó sin despejar finalmente.
No obstante, la gente reunida en esta dinámica Asamblea -de la que partió la idea de celebrar, exitosamente, el ya famoso 'estado de la Nación' paralelo al oficial del Congreso-, siempre con la idea y comportamiento pacífico que caracterizan al 15-M -pese a la campaña institucional y de ciertos medios de prensa nada independientes- desistieron de la sesión de cine. Pero continuaron con un debate sobre esta intervención policial, "que más parece una rabieta 'gallardoniana' o 'aguirrista' como preparación para meternos miedo ante la visita del Papa", cual cerró otro de los vecinos asistentes entre la carcajada y el asentimiento generalizado.
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