Jefe de Devida espera exponer ante Congreso ejes de lucha antidrogas en Perú

Indicó, asimismo, contar con el respaldo del presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner, y negó que haya asesorado a gremios cocaleros. “No solamente no voy a renunciar (…) vamos a explicar los lineamientos de nuestra gestión, lo vamos a presentar al Premier, lo vamos a presentar cuando sea necesario y cuando me convoque la Comisión de Defensa del Congreso”, añadió. Explicó que no pudo acudir a la primera invitación de ese grupo de trabajo parlamentario porque ya tenía una cita previa con el jefe del gabinete ministerial, y negó que haya sido un desplante al Parlamento. "Fue un cruce de horarios”, anotó. Respecto a las críticas por su nombramiento como jefe de Devida, Soberón negó tener amistad con el cocalero aprista Eduardo Ticerán Salazar, detenido días atrás en el centro poblado menor de Cachicoto, en Huánuco, por presuntos vínculos con el narcoterrorismo. “Ricardo Soberón no ha sido asesor de ningún gremio cocalero en particular. Yo llevo 20 años trabajando las políticas sobre drogas. Niego el tema de la amistad planteada por un dirigente (…) yo escojo a mis amigos”, explicó. Precisó que anteriormente fue contratado por el Congreso para brindar asesoría a las ex legisladoras Nancy Obregón y Elsa Malpartida, esta última fue miembro del Parlamento Andino; además de haber representado al gobierno de la Región Cusco en un caso del Tribunal Constitucional. Lamentó que desde su designación como titular de Devida, recibiera críticas de determinados sectores, sin siquiera haber expuesto sus lineamientos de trabajo. “Al plantear desde mi gestión este fracaso en la política antidrogas para hacer la reforma jurídica y política necesaria que permita corregir estos fracasos, es lo que aparentemente no habría gustado en algunos sectores de la opinión mediática y opinión política”, indicó. Soberón aseveró que no debe quedar ninguna duda sobre su trabajo porque tiene “ya los lineamientos muy claros de lo que debemos hacer en política de drogas, para lo cual Devida es el ente rector, y los que deben actuar es el conjunto de sectores del Estado”. Para lograr esos objetivos, remarcó la necesidad de establecer alianzas con los organismos políticos, sociales y económicos de las regiones, para detener la tendencia de producción de drogas y de expansión de cultivos. Deploró que en el plan 2007-2011 se puso como meta la reducción en 40 por ciento de la superficie de cultivo de coca, y en cinco años aumentó en 18 por ciento. Además, mencionó que el objetivo era aumentar el decomiso en 40% pero solo se alcanzó el 7%, mientras que se planeaba incrementar el decomiso de precursores químicos en 25% de insumos químicos y se mantuvo solo en 2 por ciento. “De seguir así, no tendríamos fórmulas para detener la expansión de los cultivos. Es por eso que la política de reducción debe ser eficaz, y que permita salvaguardar la integridad de policías, de erradicadores y de productores, y que las acciones de desarrollo rural tengan medidas de contingencia para paliar los impactos que provoca la erradicación”, declaró en Radio San Borja.