Rajoy ironiza con sus memorias: "Éste es un libro a favor de Mariano Rajoy, es decir, a mi favor"

Hasta el propio Rajoy ironizó nada más iniciar su intervención al ver tan repleto el salón donde se celebró el acto. "Amigos y amigas, gracias por acompañarme en esta presentación del libro. Yo que he estado en muchas, por eso sé de lo que estoy hablando", dijo con socarronería  gallega al ver a tantos dirigentes de su partido allí reunidos.  De hecho, sentados en las primeras filas podía verse, además de Aznar y su esposa, Ana Botella, a la cúpula del PP empezando por María Dolores de Cospedal - acompañada de su marido- ; Ana Mato; Esteban González Pons; Jorge Moragas; Esperanza Aguirre; Alberto Ruiz-Gallardón, y prácticamente todos los barones territoriales como Javier Arenas,  Alberto Fabra, José Antonio Monago, Ramón Luis Valcárcel, Antonio Basagoiti, Ovidio Sánchez; Santiago Cervera o la alcaldesa de Valencia Rita Barberá, así como una lista interminable de parlamentarios y ex parlamentarios, como Isabel Tocino o José María Michavila.   Pero tampoco faltaron a la cita un nutrido grupo de 'famosos' y empresarios como la baronesa Carmen Thyssen; el marqués de Griñón; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; el de Sacyr, Luis del Rivero o Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid.   El líder del PP desveló que "no fue tarea fácil" poner a escribir estas memorias porque "lleva su tiempo y obliga a tomar muchas decisiones", pero al final tanto le animaron sus colaboradores que se puso a ello aunque solo para contar -avisó- , "una pequeña parte de mi vida, evidentemente la más presentable".   Su intervención fue breve pero le dio tiempo a desplegar su habitual ironía y a soltar algunas 'pildoritas' como referirse a "lo que pasó en mi partido" cuando durante el Congreso de Valencia ciertos dirigentes intentaron 'moverle la silla' y amagaron con presentarse a dirigir el PP.   "No meto el dedo en el ojo a nadie"  "Que nadie pretenda encontrar aquí un decreto ley sobre la reforma laboral, porque no se trata de eso, no he perdido el equilibrio", aseguró Rajoy, para de inmediato afirmar, con más retranca aún: "este es un libro a favor de Mariano Rajoy, es decir, a mi favor. Porque es necesario hacer justicia alguna vez, para lo contrario ya hay muchos voluntarios". Y siguió, irónico, "no es un libro de chismes, ni para meterme con nadie, tampoco conmigo mismo. No meto el dedo en ojo a ninguno de mis adversarios, ni a periodistas ni a banqueros, ni critico a nadie, ni a sindicalistas...   y que no salga de aquí, pero les diré que ganas no me han faltado".   Por no querer meterse con nadie en el libro ni siquiera habla mal de Zapatero. "A Zapatero lo cito alguna vez, siempre educadamente y con afecto. A Rubalcaba una vez, sus meritos son incuestionables y es necesario destacarlos", siguió ironizando.   Rajoy volvió a repetir que recuperará el ministerio de Agricultura y pondrá al frente a algún dirigente de la talla de Loyola de Palacio, o de Arias Cañete, o de Jesús Posada, que ocuparon la cartera con Aznar.     El líder del PP hizo un repaso a lo que si cuenta en el libro destacando lo que ha aprendido en sus años de estudiante y posteriormente en su larga trayectoria política y destacó  que ha aprendido "que es bueno sumar y que hay consensos básicos que no se deben romper nunca", "que a veces hay que  tomar decisiones difíciles pero también hay que saber explicarlas", y que la tarea de un buen gobernante es "no caer en los chismes ni en los dimes y diretes cualquier gobernante debe ser sobre todo justo y aspirar a serlo esto lo he aprendido yo por ahí...", remató.   Al final, dijo Rajoy "hago una apuesta por la concordia y por un proyecto común y  digo que pese a todo, hay lugar para el optimismo". Un libro de memorias en el que sino está 'entero' "si parte de mí", dijo Rajoy. "A algunos les gusto mucho a otros no tanto y a otros nada- Espero que estos últimos no sean muchos por la cuenta que me trae", remató el líder del PP que no paró de firmar libros antes de marcharse con su esposa, Elvira Fernández. - Lea también: A Rajoy, todas le llaman 'Mariano', por M.Á. Menéndez La otra cara de la presentación>>