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La retirada del nacionalista conmociona a la política

La marcha de Imaz, como el 'fin del mundo': mucho pesimismo por los nuevos tiempos del PNV

La marcha de Imaz, como el 'fin del mundo': mucho pesimismo por los nuevos tiempos del PNV

· Zapatero dijo estar "perplejo" y cree que la línea de Imaz en el PNV era "buena"

jueves 13 de septiembre de 2007, 07:51h
No se habla de otra cosa: es la noticia política del momento y seguramente, será una de las más importantes del año. Sobre todo teniendo en cuenta las dudas de cara al futuro que se plantean entre los partidos y los medios de comunicación. Se pone fin al enlace que había entre PNV y Gobierno-PSOE y también, para muchos, se acaba la 'moderación' en las ideas nacionalistas del partido vasco.

Hay mucho miedo en algunos sectores por el 'triunfo' del sector soberanista del PNV, liderado por figuras como Egibar e Ibarretxe. Es la gran sensación en el entorno político y mediático, acentuada por las buenas relaciones pesonales que existían con Imaz.

Absolutamente todos los periódicos de información general y de ámbito nacional, aunque también alguno regional, abren con esta noticia.

EL PAÍS y EL MUNDO coinciden en titular que Imaz "tira la toalla", si bien el primero apunta que esta decisión "deja al PNV sin su referente más firme contra ETA", y el segundo subraya que era la "pieza clave del entendimiento entre el PNV y el Gobierno". EL PAÍS destaca que Imaz ha cedido ante los soberanista y pactado su salida. En este sentido, el diario señala que "su renuncia abre la puerta a la retirada de Egibar". EL MUNDO dice que "Urkullu se perfila como candidato de consenso a la presidencia del PNV".

ABC resalta que Imaz pierde "la batalla ante los radicales", y que su decisión "deja como único referente a Ibarretxe y sin interlocutor a PSOE y PP". EL PERIÓDICO dice que Imaz pierde "ante los duros del PNV"; LA VANGUARDIA alude al "sector radical", que identifica en Ibarretxe y Egibar. Por su parte, EL CORREO enmarca la decisión de Imaz en las "resistencias internas" para renovar el PNV.


Los editoriales de la prensa también analizan su retirada:

EL PAÍS: IMAZ SE VA, EL DILEMA DEL PNV CONTINÚA

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, anunció ayer que no será candidato a la reelección en la Asamblea que tendrá lugar este otoño. "Es una derrota frente a las resistencias tradicionalistas encarnadas en su antagonista, Joseba Egibar, reforzado últimamente por el lehendakari Ibarretxe, dispuesto a que se hunda el mundo, o al menos la convivencia entre los vascos, con tal de que pueda él convocar su consulta soberanista". "Pero tal vez esa retirada sea también el aldabonazo necesario para que el PNV se decida de una vez a elegir entre la unidad en la confusión y la claridad política". "Su defensa de acuerdo transversal chocaba con el unilateralismo de la propuesta de Ibarretxe". "Imaz advirtió públicamente al lehendakari de los riesgos de su consulta legal: suscitar un enfrentamiento sin salida con el Estado, trasladar a la población la división entre los partidos y dar un pretexto a ETA". "Tiempo habrá de comprobar si su marcha duele más en Euskadi o en el resto de España". "Lo seguro es que es una grave pérdida para la política de este país".


EL MUNDO: LA REPERCUSIÓN DE LA MARCHA DE IMAZ TIENE UNA LECTURA EN CLAVE DE POLÍTICA NACIONAL

"El combate interno en el PNV se cobró ayer su gran víctima: el presidente del partido, Josu Jon Imaz, que había apostado con fuerza por la moderación del nacionalismo vasco, arroja la toalla frente a los sectores más radicales, renuncia a la reelección en la próxima asamblea y abandona la política para regresar a su actividad profesional". "No cabe duda de que el líder del PNV ha dado una lección de coherencia, y seguramente quiere llamar la atención sobre la progresiva radicalización del nacionalismo vasco". "La repercusión de la marcha de Imaz no se agota en el ámbito interno del PNV, sino que tiene una lectura en clave de política nacional". "El presidente ha basado su actuación política en muchos castillos en el aire y demasiadas ensoñaciones".


EL PERIÓDICO: LA RETIRADA DE IMAZ ES UNA MALA NOTICIA

La decisión de Josu Jon Imaz de no optar a la reelección, como presidente del PNV y abandonar la vida pública "es una muy mala noticia no sólo para el nacionalismo vasco, sino también para Euskadi y España". "Imaz es un lujo para la política porque su juventud y formación llevó aires nuevos a un partido centenario, entendió su tarea de forma no sectaria y supo transmitir a la sociedad mensajes claros, aunque no siempre tuvieran el viento de la opinión a favor"!. "Defensor del fallido proceso de final dialogado de ETA, ha condenado siempre y de manera inequívoca cualquier signo de violencia". "Sería de celebrar que las bases del PNV dieran con un líder que cohesionara el partido y que fuera capaz de llegar a compromisos con otras formaciones dentro y fuera del País Vasco".


LA VANGUARDIA: IMAZ TIRA LA TOALLA

La decisión del presidente del PNV de no optar a la reelección y de abandonar la política activa "es, se mire como se mire, una pésima noticia". Durante sus casi cuatro años al frente de la histórica formación nacionalista, "Imaz se ha caracterizado por la racionalidad, la honradez intelectual y la voluntad de diálogo". La retirada de Imaz "obedece sin ningún género de dudas al apoyo mayoritario en el seno de su partido a una ponencia política, todavía en situación embrionaria, que respalda la convocatoria de un referéndum". "Esta iniciativa, melodramáticamente apoyada hace unos días por el lehendakari, no da la menor sensación de contribuir a la normalización de la situación política en el País Vasco mientras se mantengan las amenazas de ETA".


EL CORREO: Gana el soberanismo

La renuncia de Josu Jon Imaz a la reelección como presidente del PNV frustra una vez más las expectativas creadas sobre una reorientación de la estrategia del partido hacia el pactismo y la moderación pragmática de sus presupuestos más soberanistas. El hecho de que el líder de EBB no sólo desista de volver a presentarse, sino que abandone la política activa, refleja no sólo la incapacidad para hacer prevalecer sus tesis ante la dirección peneuvista y, posiblemente, ante la mayoría de sus bases. Evidencia también su voluntad de anteponer la unidad del partido, asumida como un bien absoluto a preservar, a la batalla ideológica y estratégica en defensa de sus propios criterios en el seno del partido.

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