¿Provocación?

Con motivo de los nuevos estatutos y, sobre todo, de la presidencia del Consorcio para la celebración de la Copa del América en el año 2009, hemos tenido oportunidad de oír varias manifestaciones de doña Elena Salgado como ministra de Administraciones Públicas, algunas más acertadas que otras, pero todas más o menos coherentes con su papel de representante del, ahora reivindicado por el señor Rodríguez Zapatero, Gobierno de España.

Lo que ya no tengo tan claro es si cuando el otro día un periodista le preguntó a la ministra Salgado su opinión respecto a las amenazas de muerte que había recibido algún dirigente del PP durante la ofrenda floral que ese partido realizó con motivo de la Diada ante la estatua de Rafael de Casanova en Barcelona, su opinión pueda considerarse representativa de la del Gobierno de España.

La ministra, ni corta ni perezosa, se atrevió a decir públicamente que si los dirigentes del PP habían amenazados de muerte, era porque daban motivo con su actitud de provocación frente a los nacionalistas.

El simple hecho de pensar que depositar unas flores ante una estatua pueda ser considerado como una provocación me parece una vileza y desde luego Dios no quiera que le pase nada a los dirigentes del PP en Cataluña y que los autores de ese suceso puedan ante el juez justificar su actitud con las palabras de una ministra del Gobierno de España.