OPINIÓN/Víctor Gijón
Electoralismo y supervivencia
viernes 21 de septiembre de 2007, 12:17h
No es electoralismo, es supervivencia. Durante muchos años el dispendio, la incapacidad para controlar el gasto superfluo, el descuido en los ingresos --no sólo ni se dieron cuenta de que Mercasantander no abonaba dividendos; tampoco se acordaron de cobrar impuestos urbanísticos, finalmente caducados, por importe de varios cientos de millones de pesetas--, han sido una constante en la forma en que el PP ha gobernado el ayuntamiento de Santander.
Desde 1979, que Juan Hormaechea, entonces en la UCD, se hizo con la alcaldía ante la desunión de la izquierda y los regionalistas, a día de hoy, la derecha siempre ha tenido el control del ayuntamiento de la capital de Cantabria. Control en muchos momentos sin ningún control. Bien por disponer de mayorías absolutas, bien por no tener enfrente una oposición que, por distintos motivos, fuera merecedora de tal nombre.
Lo cierto y verdad es que a día de hoy tenemos un ayuntamiento en ruina, que se ha gastado, incluso, los ingresos de 20 años correspondientes a la privatización de la joya de la corona: la empresa de aguas. Y porque no hay dinero crecen los impuestos. Algunos moderadamente, otros de forma abusiva. Lo de que aproximadamente un millar de familias, si lo piden, puedan ir de gratis total en los autobuses en su condición de familias numerosas, es una cortina de humo, como denuncia el Grupo Municipal Socialista.
Decir que lo que más sube es la tasa de las basuras y que ello se debe a que el Gobierno regional cobra más por el traslado de los residos urbanos al vertedero regional de Meruelo, encierra una doble mentira. La subida, debería explicar el equipo de Gobierno municipal del PP, es porque por primera vez van a pagar un servicio, el traslado de las basuras, que hasta ahora se hacía por la cara.
Tampoco es cierto que sean las basuras las que más aumento experimentan, pues los seis céntimos de más que tendremos que pagar --por cierto, si antes los contribuyentes pagábamos por la recogida de basura pero el Ayuntamiento no daba ni un duro al Gobierno regional ¿dónde fue a parar ese dinero?-- no son nada con la subida de un 30% en el precio de la OLA.
Los usuarios de la Ordenanza Limitadora de Aparcamientos pasarán de pagar 0,54 céntimos de euro por hora a abonar 0,70 céntimos, es decir 16 céntimos más. ¡Eso si que es una subida! ¿Para qué? ¿Para recaudar más? Por supuesto, pero sobre todo para que la nueva concesionaria del servicio, Setex Aparki, que sustituyó a Dornier, haga más negocio: con el nuevo precio y con el aumento de cientos de plazas autorizado por la anterior corporación municipal.
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