El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha inaugurado este viernes la remodelación integral de la plaza de Manuel Becerra, que ha modificado la imagen de todo el entorno y ha contado con 2'9 millones de euros de presupuesto. Con esta reforma, se han recuperado espacios para el peatón, se han eliminado barreras arquitectónicas y se han modificado las paradas de autobuses urbanos. Según Gallardón, en los próximos cuatro años no se podrán realizar obras de ningún tipo en esta plaza, salvo en caso de avería.
"Llevamos una semana donde estamos demostrando tres cosas", ha dicho el alcalde, "que la ciudad puede cambiar, que los plazos de las obras se cumple y que en la nueva ciudad de Madrid el peatón tien que ser el protagonista". Según el regidor, que estuvo acompañado en el acto por la concejala de Medio Ambiente, Paz González, "las obras que se han hecho en la plaza de Manuel Becerra son un buen ejemplo de las tres cosas".
Gallardón explicó las reformas que se han llevado a cabo en este entorno. Las dársenas de las paradas de las ocho líneas de autobús que confluyen en la plaza han modificado su diseño y ubicación, para no concentrarse en el mismo lugar y eliminar las barreras arquitectónicas. Además, se ha intervenido sobre todos los elementos físicos de la plaza, de manera que el mobiliario urbano es ahora más homogéneo. Se han instalado 97 nuevos puntos de luz, 14 árboles, 56 bolardos y 656 metros de vallas.
El presupuesto de estos trabajos ha sido de 2'9 millones de euros, "un dinero bien invertido", según el alcalde. Gallardón dijo que con esta reforma está destinada a "lograr una mayor comodida del espacio público" y señaló que la mitad de la superficie de la plaza está destinado para espacios peatonales o zonas verdes, mientras que el resto se dedica a calzadas.
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