Según nuestro 'Off the record', en sus encuentros y conversaciones telefónicas, el lehendakari Ibarretxe no encuentra al presidente ZP opuesto a su “consulta orientativa”, pero en su momento y mediante un mecanismo –el permiso del Congreso y la convocatoria conjunta por los gobiernos vasco y del Estado– que evitase la ruptura constitucional. El presidente parece creer que podrá obtener el permiso del Congreso, bajo determinadas condiciones, después de ser reelegido en marzo.
En el entorno de Ibarretxe afirman que el lehendakari obtuvo la impresión, en su encuentro “discreto” con Zapatero -que sí que lo habría habido pese al desmentido del presidente-, de que el líder socialista no es hermético a un modelo de autodeterminación que, condujera a la independencia por etapas y mediante la definición de algún vínculo permanente de relaciones entre Euskadi y España.
A Ibarretxe le quedó claro, señalan las mismas fuentes, que un gobierno español presidido por Zapatero no vetaría el ingreso en la UE de una eventual Euskadi independiente, cuestión fundamental para la viabilidad económica de un Estado vasco.
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