Rubalcaba: "Es un gran día para celebrar la gran victoria de la democracia"

El comunicado de cese de la violencia "pone fin a décadas de acciones terroristas que han generado muerte y sufrimiento", dijo Rubalcaba, "años de asesinato de inocentes, de tiros en la nuca" y también "de madrugadas en llamas y de calles tomadas por los violentos".

Pero ahora, después de todo, "ha ganado la democracia y han ganado las instituciones" y es hora de felicitar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a los servicios de información. Pero ha añadido que "es la hora de agradecer el trabajo a jueces y fiscales, y muy especialmente a Francia, a su presidente, Nicolás Sarkozy" que han colaborado muy especialmente para llegar a este fin.
Como Zapatero también, Rubalcaba ha reconocido que esta victoria de la democracia debe ser gestionada por el gobierno que resulte de las urnas el 20 de noviembre, pero dijo que "el principio que han de seguir es la unidad de todos los demócratas".
Luego, la mención especial a las víctimas del terrorismo: "Siempre, pero hoy más que nunca debemos tener en cuenta a las víctimas de estos actos terroristas". Hizo un recordatorio emocionado -a punto estuvieron de saltársele las lágrimas- a los asesinados por ETA "en el tiempo en que fui ministro del Interior, de ellos y de sus familias, me acuerdo de su sufrimiento", dijo.
Rubalcaba finalizó su declaración, en la que no admitió preguntas, con un "es un gran día para celebrar la gran victoria de la democracia".

Declaración íntegra de Rubalcaba

"Como todos ustedes saben, hoy ETA ha anunciado su decisión de abandonar definitivamente la violencia armada. Con ello pone fin a décadas de acciones terroristas que han generado muerte y sufrimiento; que han roto la vida de muchas personas, y han provocado la angustia de muchas más. Han sido años de una amenaza constante sobre la sociedad española. Años de asesinatos de inocentes, de tiros en la nuca, de coches bomba. De ciudadanos de bien que cada mañana debían mirar debajo su coche; de personas honestas que cada día salían de su casa con una gran incertidumbre; de madrugadas en llamas, y de calles tomadas por los violentos.

Pero hoy ETA no es la protagonista. El protagonista es el Estado de Derecho. Porque el Estado de Derecho ha ganado. Ha ganado la democracia, y han ganado las instituciones. Por eso, hoy es el momento de felicitar por su eficacia y su compromiso a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, a los Servicios de Inteligencia, a todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de este país. Por cumplir con su deber, asumiendo en muchos casos enormes sacrificios. Es la hora de agradecer el trabajo a jueces y a fiscales; a todos los países, y muy especialmente a Francia, a su presidente, Nicolas Sarkozy, que han cooperado con nosotros en esta lucha contra el terrorismo. Es el momento de felicitar a la sociedad vasca, y al conjunto de la sociedad española. Es el momento de felicitarnos todos los demócratas.

La democracia ha sabido llegar hasta aquí, y la democracia sabrá conducir la etapa que hoy se abre. Serán el próximo Gobierno y el próximo Parlamento quienes tengan que hacerlo, y estoy convencido de que el principio que deberán seguir es el mismo que hemos seguido todos estos años: la unidad. La unidad de todos los demócratas, que es la clave de esta victoria, y debe ser la clave para los tiempos que vienen. Pueden tener la certeza de que los socialistas y yo personalmente seguiremos trabajando sin descanso por esa unidad.

Y siempre, pero hoy más que nunca, debemos tener presente a las víctimas de tantos años de violencia terrorista. Las víctimas son los depositarios fundamentales de la memoria de estos años, y también los garantes de que nadie vaya en el futuro a reescribir la historia, a ofrecer un relato diferente de lo que en realidad ha sido. En estos momentos me acuerdo sobre todo de quienes fueron asesinados por ETA en el tiempo en que fui ministro del Interior; de ellos y de sus familias. Recuerdo su sufrimiento y la profunda certeza de ser víctimas de la injusticia y de la barbarie. Ellos más que nadie pensarán lo que hoy yo no me quito de la cabeza: ojalá que este día hubiera llegado antes.

Pero hoy, y esto es lo que quiero decir al final de esta intervención, hoy es un día para celebrar la gran victoria de la democracia. Nada más y muchas gracias".