Ahora tasas, más adelante, impuestos

Esta semana ha sido pródiga en rumores, noticias, declaraciones de responsables políticos, proposiciones  de los ( y las) mandamases del dinero, admoniciones más o menos veladas de centroeuropa y también alguna felicitación raquítica con más intención de dar ánimo que convicción sincera. Y todo esto con el fondo de escenario copado por la nacionalización/incautación de los intereses de REPSOL en la empresa argentina IPF, apoyada en atizar la xenofobia antiespañola muy fácil de engarzar con la etapa colonial. El populismo más demagógico, que alcanzó con Domingo Perón su más genuina expresión, ha encontrado en la señora Fernández de Kirchner una aventajada discípula.

            Del conjunto de medidas adoptadas por el Gobierno para ajustar las cifras del presupuesto recién aprobado, esta semana le tocaba el turno a las áreas que venían siendo definidas como "Intocables": educación, sanidad y pensiones. El ministro Wert ha intentado minimizar los cambios que se van a producir en materia de educación, en todos los niveles desde infantil a universidad. Por la vía de hecho ha disminuido el número becas que venían otorgándose en los distintos niveles educativos y hoy mismo  se ha aprobado tal aumento en las tasas universitarias que resultará disuasorio para un  notable porcentaje de quienes quieran seguir estudios universitarios, aunque tratándose de tasas, no es tan injusto como otras medidas y gravámenes indiscriminados, como es el aumento considerable de la ratio del número de alumnos por aula, que afectará negativamente a la formación de todos por igual.

            También la ministra Mato ha tratado de explicar los recortes que van a producirse en la sanidad pública que, desde meses atrás era objeto de podas y reajustes por parte de casi todas las Comunidades Autónomas con decisiones tales como cierre temporal de quirófanos, supresión de suplencias y refuerzos, reducción de camas hospitalarias, etc. Ahora se proponen medidas más concretas: mayor participación privada en el precio de los medicamentos, incluso por parte de los pensionistas, reordenación de servicios médicos ofrecidos en todas las Comunidades, racionalización de zonas y sectores sanitarios o centralización de compras a las farmacéuticas, reubicación de crónicos,etc. Ya antes, Ruiz Gallardón se apuntaba a la reintroducción de tasas en la Administración de Justicia. Y vale el mismo comentario anterior: si se facilita con la justicia gratuita a los que carecen de medios el acceso a los tribunales, es aceptable la medida. Las reformas en las dos primeras áreas, ya han sido aprobadas hoy.

            Con todo esto se pretende disminuir el gasto de las administraciones en diez mil millones de euros y se asegura que tales recortes no afectarán a la calidad de los servicios. ¿Se alcanzarán los objetivos de déficit sin afectar al sistema de bienestar social? Es más que dudoso. Con un crecimiento económico negativo en al menos el año presente y el próximo, con la recaudación decreciente del sistema de seguridad social y el aumento de sus prestaciones por desempleo, el Gobierno no tendrá otra salida que aumentar el tipo del IVA y gravar más las rentas de las grandes fortunas: aunque pueda parecer increíble. Porque si bien se han seguido las pautas de austeridad marcadas por la Unión Europea para reducir el déficit, puede decirse que no se ha abordado ninguna medida de calado para relanzar la economía, y habrá que hacerlo y aprestar recursos. De momento hay negativas o un espeso silencio sobre la cuestión de aumentar los impuestos, pero parece que será inevitable.