La condena aVon Wernich revela diferencias dentro de la Iglesia

La reciente condena a prisión perpetua impuesta al sacerdote católico Von Wernich por delitos de lesa humanidad dejó al descubierto las diferencias existentes en la iglesia

Mientras un arzobispo del noreste del país denunció que "algunos sectores" buscan "destruir" a la Iglesia tras la sentencia al ex capellán policial, el colectivo que reúne a las congregaciones religiosas católicas con presencia en Argentina pidió "perdón" y agradeció a los organismos humanitarios que no han dejado de buscar "la verdad y la justicia".

Christian Von Wernich, de 68 años, se convirtió hace una semana en el primer religioso sentenciado por delitos de lesa humanidad, por su participación en siete homicidios, 31 casos de tortura y 42 de privación ilegal de la libertad durante el último régimen de facto.

Tras conocer la sentencia, la Conferencia Episcopal argentina se declaró "conmovida" por la participación del religioso en delitos de lesa humanidad, aunque reiteró que Christian Von Wernich actuó a título personal.

A una semana del veredicto, Domingo Castagna, arzobispo emérito de la provincia de Corrientes, elevó su voz contra "algunos sectores", a los cuales no identificó, que en su opinión quieren "destruir" a la Iglesia.

"Lamentablemente, después de producido el juicio, saltan a la escena no ya los injustamente dañados sino los ideólogos que guardan el secreto interés (y no tan secreto) de destruir a la misma institución eclesial", advirtió Castagna, citado por la Agencia Informativa Católica Argentina.

El arzobispo emérito dijo que "entristece" que "algunos católicos respondan a esa ideología" y se conviertan "en enemigos de su propia familia".

No obstante, reconoció que la Iglesia debió "estar más presente" junto a "los fieles perseguidos" durante la dictadura que gobernó al país desde 1976 hasta 1983.
Mientras tanto, la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar) expresó en un comunicado su satisfacción por el fallo condenatorio.

"Queremos hacer llegar a los familiares de las víctimas nuestra valoración esperanzada frente al avance de la justicia largamente esperada, manifestado en los juicios a los responsables del terror y la violenta represión durante la última dictadura militar", destacó.

La Confar agradeció "a quienes en estos años no han dejado de buscar la verdad y la justicia, de un modo especial a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a los Hijos, Hermanos, y Familiares de los 30.000 detenidos y desaparecidos".

"Pedimos perdón por las veces que, como Iglesia, no supimos estar cerca de los crucificados y por quienes se han manifestado más en complicidad con los victimarios que en solidaridad con las víctimas", enfatizó.

En sintonía con organismos humanitarios que han considerado "insuficientes" las manifestaciones de la jerarquía católica argentina tras conocer la sentencia, también se ha expresado el sacerdote Rubén Capitanio.

El religioso, quien testificó en el juicio contra Von Wernich y entre otras cosas dijo que la Iglesia fue "escandalosa y pecaminosamente cercana a la dictadura", sostuvo que los obispos "perdieron otra oportunidad" de asumir su responsabilidad.

"Estoy seguro que los obispos estuvieron conmovidos, pero esa conmoción no debió impedirles asumir su responsabilidad", apuntó.

Entre las víctimas de la dictadura, también hubo once seminaristas y cuatro religiosos, entre estos últimos las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.

Además, el obispo Enrique Angelelli, uno de los pocos jerarcas de la Iglesia que denunció los crímenes del régimen de facto, murió en un accidente ocurrido en 1976 que, según sus colaboradores, fue provocado por paramilitares.