martes 28 de agosto de 2012, 13:16h
Continuamos en una situación
más propia de mercados intervenidos. Una cosa es que agosto no sea el caos de
otros años, y otra es que casi cualquier medida de volatilidad esté en mínimos.
Se mire donde se mire. Hay un sector del mercado que le da relevancia a esta
aparente apatía, y no son pocos los casos en que esta apatía y bajísimo nivel
de la volatilidad se interpreta como preludio de mercados alcistas. Parece
mentira, porque la situación general es más propia de días o semanas
"clave", de esas que ya llevamos la enésima. El caso es
que uno de los índices de más reciente creación, elaborado por un instituto
alemán y que trata de reflejar el estado de ánimo entre los inversores sobre la
posibilidad de ruptura del euro, muestra moderación respecto a hace un mes. La
probabilidad de que al menos un país abandone se sitúa ahora en el 61.9% casi
11 puntos menos que en julio, y sigue siendo Grecia con una probabilidad de
abandono del 96.4% quien lidera, (96.9% en julio). Chipre, España y
Portugal también aparecen, aunque a considerable y decreciente distancia. La
novedad viene de mano del alza de probabilidad de salida de países centrales
como Alemania (20.5%) y Finlandia (9.3%) subiendo 11 puntos los alemanes y 2
los finlandeses.
Sirva como referencia el mercado de divisas. Al cierre del
mercado europeo de ayer lunes, el rango del dólar 1.2490-1.2536, era
todavía más estrecho que el de las sesiones de jueves (1.2523-1.2590) y viernes
(1.2481-1.2580). Similar pauta en otras divisas como la libra (0.7902-0.7928) y
el yen (98.31-98.71). Hay muchas ocasiones en que los bancos cotizan divisa a
quien no tiene precaución con diferenciales entre cambio comprador y vendedor
bastante más amplios. Por no hablar de los cambios aplicados cuando uno tiene
la mala idea de retirar efectivo de un cajero en un país no euro, como más de
uno habrá tenido oportunidad de comprobar este verano. Una estafa.
En los tiempos que vivimos siempre hay posibilidad de que salte
alguna sorpresa, pero el panorama puede ser semejante hasta el seis de
septiembre. Dice el Presidente del Bundesbank que la intervención en los
mercados de bonos puede crear adicción. Habrá que considerarlo una
ironía, porque no hay precedente en los tiempos modernos de libertad de
movimientos de capital de unos mercados tan "drogados". En cuanto asoma la
posibilidad de nuevas dosis se recupera algo la euforia, sin entusiasmo. Cuando
esta posibilidad se ve amenaza (nunca es mucho, y normalmente desde Berlín)
entonces se deprimen un poco. No mucho. Mientras tanto, dormitan, como un
adicto, sabiendo que de un modo u otro habrá más droga. ¿Más comportamiento
adictivo, Sr. Presidente del Bundesbank? ¡Ah!, que se refiere a los Gobiernos y
su adicción al gasto. Eso es de más difícil arreglo.
Analista y consultor
Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios
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