Fueron llevadas a la fuerza en Kenia el 13 de octubre de 2011
Fracaso diplomático y humano: un año después, las cooperantes Serra y Thiebauto siguen secuestradas
sábado 13 de octubre de 2012, 17:10h
Un año después del secuestro de las cooperantes españolas Montserrat Serra y Blanca Thiebaut en Kenia el Ministerio de Asuntos Exteriores y Médicos sin Fronteras (MSF) prosiguen con extrema cautela y discreción las gestiones para conseguir liberarlas del cautiverio. Blanca y Montserrat fueron secuestradas el 13 de octubre del año pasado en el campamento de refugiados de Ifo, en Dadaab (Kenia), a unos 100 kilómetros de la frontera con Somalia, cuando viajaban en un vehículo que fue asaltado a tiros por un grupo armado.
Ambas se encuentran retenidas desde
entonces en contra de su voluntad en Somalia, según Médicos sin
Fronteras, que ha reiterado en un comunicado hecho público en su web su
"indignación y pesar" por este "acto de violencia" y ha renovado la
demanda de liberación inmediata de sus dos compañeras. El
secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, ha
confirmado a Efe que continúan las acciones para liberarlas,
pero ha insistido en la necesidad de mantener la prudencia del último
año ante esta situación que espera se resuelva pronto y sobre la que "no
hay novedades".
La misma prudencia que han vuelto a solicitar
las familias de Blanca Thiebaut y Montserrat Serra, a través de Médicos
sin Fronteras, a los medios de comunicación y a las instituciones
locales, nacionales e internacionales. Las familias han expresado
su inquietud y su dolor por el secuestro y han manifestado su voluntad
de hacer todo lo posible para lograr su liberación, al tiempo que han
agradecido la cautela y discreción con la que se ha tratado este tema
durante todo este año.
Y es que en estos 365 días son escasas las
informaciones públicas conocidas sobre las dos cooperantes y ninguna
organización ha reconocido públicamente la acción, aunque las primeras
sospechas apuntaron al grupo islamista radical Al Shabab, que opera en
la zona y está vinculado a la red terrorista Al Qaeda. El pasado
15 de febrero, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel
García-Margallo, aseguró en Argelia que el Gobierno había recibido "una
prueba de vida" de las cooperantes.
Tras esas declaraciones,
tanto el ministerio como los familiares y la ONG permanecen en silencio
para no perjudicar las gestiones que se desarrollan en esta complicada
zona del África subsahariana. A pesar de los avances en el
terreno político, con la elección, el pasado 10 de septiembre, de un
nuevo presidente y con el nombramiento de un primer ministro del pasado
día 6, Somalia se encuentra aún en una delicada situación humanitaria e
inmersa en un conflicto armado.
Un estado musulmán
En él, las tropas multinacionales
de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), el Ejército
somalí, las Fuerzas Armadas etíopes y milicias pro-gubernamentales
aliadas, combaten a Al Shabab, que trata de instaurar un Estado musulmán
en el país africano. Aunque las tropas aliadas arrebataron hace
dos semanas a Al Shabab su mayor bastión, la ciudad costera sureña de
Kismayo, los fundamentalistas todavía controlan buena parte del centro y
del sur del país, donde el frágil Ejecutivo somalí no está aún en
condiciones de imponer su autoridad.
Somalia vive en un estado de
guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador
Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente
efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que
responden a los intereses de un clan determinado y bandas de
delincuentes armados. Desde ese mismo año, la presencia de
Médicos sin Frontera ha sido constante en el país, donde en la
actualidad mantiene doce proyectos humanitarios.
En los últimos
16 años, más de medio centenar de cooperantes españoles han sido
secuestrados cuando participaban en labores humanitarias, incluidos las
dos trabajadoras de Médicos sin Fronteras. De esta misma
organización fueron retenidos anteriormente tres miembros, una en
Colombia (1998) y dos en la región somalí de Puntlandia (2007 y 2008)