Tres años después de recibir el premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai responde en un libro a las múltiples preguntas que surgieron sobre su vida y sus actividades como activista a favor del medio ambiente y de los derechos humanos tras el anuncio del galardón.
La Premio Nobel de la Paz de 2004, Wangari Maathai, ha publicado su primer libro de memorias, en el que repasa con detalles su infancia en la Kenia colonizada por los ingleses, sus días de estudiante en Estados Unidos, su vida como activista y feminista radical, y los múltiples factores que la llevaron a fundar en 1977 un movimiento de reforestación en el que las protagonistas son mujeres.
Por su trabajo y sus logros como líder de The Green Belt Movement, así como por su compromiso en la promoción de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la conservación del ambiente, Wangari Maathai se convirtió en la primera mujer africana y la primera persona dedicada a la defensa del medio ambiente en recibir el Nobel de La Paz.
Las memorias que ahora publica, y que ha titulado 'Unbowed', son una respuesta al interés que la historia de su vida despertó en todo el mundo tras el anuncio del premio, según contó Maathai durante la presentación del libro en Nueva York.
'Unbowed' (Anchor Books, 2007), aún sin traducción en español, es también la historia del país que ha visto convulsionar. Maathai nació y creció en una Kenia regida por los europeos. Su padre, que era polígamo y mantenía a todas sus familias juntas, trabajaba para un colono inglés que terminó por dejarle algunas de sus tierras.
Y aunque ella todavía recuerda el esplendor de las selvas africanas, la tierra de sus padres y abuelos ya había empezado a cambiar el día en que la comunidad kikuyu celebró su nacimiento.
Maathai explicó cómo entonces el café, el té y el eucalipto importados por los europeos, estaban sustituyendo la vegetación autóctona, lo que dio pie a los primeros problemas de desertificación, erosión y escasez de agua que contribuyeron a acrentar la pobreza entre las comunidades que dependían de la tierra y los recursos naturales para sobrevivir.
Con The Green Belt Movement la premio Nobel ha revertido esta tendencia, y las miles de mujeres que se benefician con el programa utilizan especies autóctonas como el cedro y las acacias para devolverle a las selvas africanas su esplandor.
"No tenía una estrategia planificada", recordó Maathai de aquellos primeros días en que, junto con otras mujeres, buscaban semillas para plantar árboles. "Las cosas sucedieron una detrás de la otra. Y al principio fue muy divertido".
A cada mujer que forma parte del programa de reforestación de The Green Belt Movement se le recompensa económicamente por cada árbolo que sobrevive. En 30 años, los resultados del trabajo de Maathai y su organización se traducen en 40 millones de árboles plantados y miles de mujeres africanas que han aprendido a combatir la pobreza mediante prácticas de desarrollo sostenible.
'Unbowed' ha sido publicado por completo en papel reciclado.