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A vueltas con la historia: los bolivarianos

A vueltas con la historia: los bolivarianos

jueves 07 de marzo de 2013, 07:50h
Simón Bolívar es como Hegel, pero a lo bruto. Lo digo porque del filósofo parten la derecha hegeliana que dio sustento ideológico al fascismo y la izquierda que permitió a Engels y Marx desarrollar su colectivismo. De El Libertador se desprenden cosas como la Revolución Bolivariana de Chávez y las FARC por un lado y el ala más conservadora de los partidos conservadores latinoamericanos por otro.
 
Simón Bolívar, a quien Chávez mostró físicamente como un indígena del altiplano, era un pijo de rancio abolengo y miembro destacado de la aristocracia criolla que, en su caso, se remonta hasta Simón Bolívar el Viejo, un vasco de Marquina tocado por Felipe II con el cargo de Contador Real de Indias desde 1590, o sea, doscientos años antes de que el homónimo se alzara contra la corona española.

Bolívar fue un tipo belicoso, escasamente preparado y políticamente advenedizo, chaquetero como decíamos en la España de los 80 o "voltiarepas" como dicen por Colombia. Los motivos que le movieron a la liberación de aquellas tierras no fueron suyos en exclusiva: histórica e ideológicamente sus movimientos se enmarcan en las revoluciones gringa y francesa y el espíritu renovador -no para la España de Fernando VII- que nació de la Constitución de Cádiz de 1812. Coyuntural y económicamente, sus motivos tienen que ver con la protesta generalizada de la clase criolla contra el monopolio español de los negocios. Por supuesto, todos ellos son motivos válidos, pero poco tienen que ver con la imagen de idealista con que la leyenda le ha revestido; es más, si su esposa vallisoletana no hubiera muerto prematuramente el prócer habría acabado sirviendo al godo Fernando VII.
 
La muerte de su aristocrática esposa ocho meses después de casarse y al poco de contraer en Venezuela la fiebre amarilla sumió a Bolívar en un cuadro depresivo en una época sin Prozac ni Tranquimazín. Luego se dio a las mujeres con bastante éxito y se concentró en la guerra: no es que nunca fuera un político, es que ni tan solo concebía la paz como posibilidad y apunto como pinceladas el desastre que fue como primer presidente de Colombia o sus fiascos tanto en la segunda república venezolana como en sus fracasadas intentonas en Haiti, Jamaica y Ecuador.
 
Bolívar fue un militar agresivo, buen estratega y muy sanguinario (Decreto de Guerra a Muerte: asesinato sistemático de cuanto canario y español encontraron), que consiguió victorias destacables frente a los realistas españoles, pero fue un pésimo político e ideólogo; de hecho, su proyecto de la Gran Colombia ni tan siquiera es suyo: el autor de tal plan fue Francisco de Miranda que no conoció al Libertador.
 
En fin, no voy a seguir despellejando al Supermán de Latam porque más de un mitómano me pondrá de vuelta y media; solamente quería destacar el leve peso de la historia y lo fácil que es manipularla con fines espurios: ha muerto Hugo Chávez, autodenominado el bolivariano, protector de las FARC, terroristas narcobolivarianos. Un hombre notable, sin duda, pero un gran manipulador que utilizó los recursos naturales del país en provecho de sus intereses políticos y no del bien general de la sociedad que gobernó. La Venezuela que queda tras él está empobrecida, es una de las sociedades más violentas y corruptas del planeta. Quedan para la historia cosas buenas (las "Misiones" para alfabetizar y mejorar el nivel educativo de los menesterosos) y malas (caso PDVAL), pero sobre todo queda un intento neo-marxista que no cristalizará.
 
Tras Chávez, una estela de seguidores de lo más extraño -la tanguista de Argentina, que tiene a un gran país al borde de la expulsión de la OCDE; el pedófilo Daniel Ortega que se zafó de la acusación de su propia hija tras alegar aforamiento y prescripción de los delitos; el indigenista Evo Morales obsesionado con una España imperialista que no existe desde hace tres siglos o su mejor y más aventajado alumno Rafael Correa, azote de la prensa libre- a los que ha alimentado, adoctrinado y subvencionado a costa de sus propios conciudadanos.
 
¿Qué será ahora de Venezuela? Maduro vs. Cabello vs. Capriles, todos tras la ponzoña de la chequera de PEDEVESA, Petróleos de Venezuela S. A.


@manuelpascua
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