¿Y si jugamos a la susanaloto?

Es algo recurrente cada cuatro o cinco años, recurrente y, como decimos por aquí abajo, hartible, sobre todo cuando son los nacionalistas catalanes los que vuelven a marear la perdiz con la renovación del sistema de financiación autonómica que, por cierto, hasta ahora se ha venido haciendo al dictado de lo que ellos querían sin tener en cuenta variables que pudieran favorecer a otras comunidades menos poderosas y más necesitadas de la solidaridad interregional. Todos los gobiernos, ya sean de derechas o de izquierdas, se han plegado siempre a las exigencias catalanistas sobre todo si Aznar o Zapatero necesitaban apoyos puntuales de CiU para sacar adelante sus proyectos. Pese a conseguir casi siempre lo pedido en detrimento de los demás, los nacionalistas catalanes han seguido con la cantinela de "España nos roba" obviando que si ellos aportan más es porque muchos de sus trabajadores, procedentes de la emigración del resto del Estado español, han sido los artífices de su mayor desarrollo económico viéndose obligados a abandonar sus pueblos y sus familias. Porque hay una cosa que es cierta digan lo que digan los políticos, los impuestos no los pagan los catalanes, los madrileños, los andaluces o los gallegos en general, los impuestos los pagamos cada trabajador individualmente, viva donde viva, para poder sufragar los servicios sociales, la educación o las infraestructuras necesarias en cada rincón de este país. Y no cabe duda que los servicios sociales o las infraestructuras en Cataluña nada tienen que envidiarle a las andaluzas o las gallegas por más que la Generalitat catalana de Arturo Mas se empeñe en recortar y siga llorando por su escasez.

Una vez hecha esta precisión y haberles dado la tabarra con el coñazo de la financiación, paso a desarrollar una propuesta que acaba de hacer la asociación malagueña "¿Yo?, ¡Producto andaluz!" a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, para la creación de una lotería nacional andaluza de mismo tipo que la que ha desarrollado la Generalitat catalana para las próximas Navidades y cuyos décimos casi se han agotado. Según el gerente de dicho colectivo, Vicente Rodríguez, el objetivo de la mísma es que los beneficios que se obtengan se destinen a un fondo socal de ayuda a desempleados, discapacitados, madres solteras sin recursos y otras personas necesitadas y que "sirva de freno al brutal avance de la pobreza que han generado los recortes del Gobierno en perjuicio de los que menos tienen". Susana, de momento, no ha dicho esta boca es mías, pero visto lo visto y dadas las necesidades pecunarias que sufre la Junta, no es de extrañar que la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, contemple la posibilidad de implantar esta "susanaloto" en los próximos meses para recaudar fondos para los presupuestos con los que pagar las exigencias de sus socios de IULV-CA. Y es que aquí mucho piar contra lo de Eurovegas, pero los españoles somos los más viciosos de la tierra. Lotería Nacional de jueves y sábados, bonoloto, lotería primitiva, euromllones, el gordo, las quinielas, el lototurf, el 7/39, el jackpost, los sorteros de la ONCE semanales, el cuponazo y los extraordinarios. La oferta para perder el escaso dinero que tenemos es impresionante y todo ello sin contar la de jóvenes que dilapidan su paga semanal en los miles de juegos on-line existentes en la red. Estamos que nos salimos. ¿Quién dijo miedo?

Dicen los expertos que en tiempos de crisis es cuando más se apuesta en los juegos de azar para ver si suena la flauta y salimos de pobres, pero no seamos ilusos. Desde que el Gobierno ha puesto el recargo impositivo del veinte por ciento a los premios superiores a tres mil euros, las loterías han dejado de ser lo que eran. Yo sé de algún que otro ex consejero de la Junta que tenía una suerte inmensa y casi todos los años le tocaba dos o tres veces el gordo de la lotería. Las malas lenguas decían que era falso y que la jugada consistía en lavar dinero negro. Nunca se supo la verdad aunque sus subordinados, por si acaso, compartían siempre el mismo número de él en el Sorteo de Navidad. A ellos nunca les tocó algo más que la pedrea. Ya s mala suerte. Sólo queda que, de implantarse la susanaloto, la Junta le obligue a sus doscientos mil funcionarios a comprar participaciones para salir del bache. Podría ser un método mucho más efectivo y rentable que el del fraude de los EREs en el que, al final y según asegura el PSOE, solo han sido cuatro chorizos (Guerrero, Lanzas y pocos más) los que se lo han llevado calentito. O eso dicen ellos, porque la juez Mercedes Alaya parece que no piensa igual.