Escasez de agua es lo más grave en el norte de Chile

A poco más de 48 horas del terremoto en el norte del país, y pese a que diversas entidades públicas y privadas procuran agilizar la ayuda de emergencia y reconstrucción, cientos de personas demandaron el viernes en Tocopilla, mil 550 kilómetros al norte de Santiago, mayores medidas de apoyo, principalmente por la escasez de agua y comida.

Abandonando con temor sus destruidas viviendas, por temor a la acción de ladrones, el grupo representativo de los damnificados llegó hasta la gobernación de la provincia de Tocopilla, para gritar "necesitamos agua", entre otros requerimientos.
 
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Luis Moyano, se instaló en el frontis del edificio municipal, pues su oficina amenaza con derrumbarse de un momento a otro. “No hay agua en Tocopilla”, dijo el jefe del ayuntamiento. “Estamos pidiendo al resto de las comunas de la región que puedan ayudarnos; el tema de la energía se ha superado un poco, pero aquí el drama es muy grande”, declaró al diario La Segunda.

Los vecinos señalan que el problema más grave en la región afectada es la descoordinación entre el Ejército, los bomberos, los carabineros y la Municipalidad. El alcalde, entretanto, insiste en la urgente necesidad de reparar la matriz de agua que abastece a la ciudad.

Ante la solicitud de ayuda para la alimentación, por el encarecimiento del pan que se está vendiendo a dos mil pesos (unos 4 dólares), se dispuso por el Gobierno la entrega de vales canjeables por canastas familiares, cuya demanda obligó la intervención de Carabineros.

Después de visitar la zona el jueves, la Presidenta Michelle Bachelet reiteró, en la Región de Los Lagos, al sur del país, que “sigue siendo hora de unirse en la adversidad y ayudar a quienes lo necesitan”.

Mientras esperaba que mejoraran las condiciones del tiempo en la localidad de Chaitén, Bachelet dijo que “nuestra decisión es que yo, como Presidenta, jamás voy a dejar a los compatriotas que enfrenten un desgracia sin que ellos sientan la mano solidaria del gobierno y del pueblo de Chile”.

Un nuevo avión de la Fuerza Aérea, con ayuda para los damnificados y afectados por el fuerte temblor del miércoles en el norte del país, partió de Santiago llevando 15 toneladas en materiales de reconstrucción y elementos para primeros auxilios, como medicamentos, literas, colchonetas, frazadas, bidones de agua, juegos de cocina, cocinillas, estanques para almacenamiento de agua y cajas con alimentos.
 
Entretanto, la Ministra de Educación, Yasna Provoste, viajó el jueves a la Segunda Región, para realizar una visita en terreno a la zona afectada por el terremoto. En la ciudad de Tocopilla evaluó la situación de los establecimientos educacionales y anunció el término del año escolar. Dado que las clases terminaban el 6 de diciembre, la autoridad afirmó que la decisión no afectaría mayormente a los alumnos. 

La ministra se reunió además con el alcalde Luis Moyano, con quien coordinó la ayuda que el Ministerio de Educación está otorgando y que se traduce en la entrega de 700 kilos de leche, tres toneladas de agua, 25 toneladas de abarrotes y 16 toneladas de alimentos perecibles. Además, a través de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas se han habilitado albergues para atender a la población más afectada.

El ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, explicó tras visitar la región afectada que la reconstrucción de las edificaciones más dañadas tardará al menos hasta el próximo año. La reparación de edificios públicos, como el hospital, la comisaría de Carabineros y las escuelas, es lenta porque requiere primero hacer proyectos de arquitectura e ingeniería, dijo Bitrán.